Este variopinto cuarteto -quinteto en ocasiones-, con sede en Londres pero cuyos miembros tienen su origen en New Jersey, Hiroshima o la citada capital inglesa, debuta con un disco en el que ponen a prueba nuestros oídos ante la pregunta de si realmente son o no la próxima “gran banda” anunciada por los blogs de todo el planeta. El grupo, que hace menos de un año apenas era conocido por unas demos, está liderado por Daniel Blumberg, que se sirve de riffs al estilo de J. Mascis o Stephen Malkmus para pedir paso hábilmente con una nueva obra de distorsión del siglo XXI. Si bien puede que, de alguna forma, el álbum sea presa fácil para “nostálgicos de los noventa”, la publicación de esta ópera prima a través de un sello como Fat Possum parece darles un plus de credibilidad. Las voces enterradas bajo guitarras, el post rock o el shoegaze -incluso más consistentes cuanto más desnudos: Suicide policeman-, hacen de Yuck, simplemente, un buen disco de rock para este 2011.
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