Wolfmother – Wolfmother
Éste es, probablemente, el debut del año. Desde las Antípodas nos llega la reivindicación del rock por excelencia: el más puro, directo y salvaje. Wolfmother han construido una máquina del tiempo y nos trasladan a la esencia de los setenta de Led Zeppelin, The Who y Black Sabbath, pero añadiendo un poco de salsa de este siglo a la mezcla.
La salida del disco se produjo en octubre de 2005 en Australia, pero no ha llegado hasta este 2006 a Europa y Estados Unidos. Guiados por Dave Sardy (productor de artistas como Marilyn Manson, Jet o The Dandy Warhols entre otros), los integrantes de Wolfmother -Andrew Stockdale (voz y guitarra), Chriss Ross (bajo y órgano) y Myles Heskett (batería)- han revolucionado el panorama musical, sin inventar nada.
Colossal supone una irresistible explosión al comienzo del álbum con ese ritmo de batería y esos rasgueos rotos de guitarra. Woman , en sus apenas tres minutos de duración, es quizás la pieza que más engancha. Por su parte White unicorn empieza con unos acordes limpios de guitarra que nos recuerdan a Jimmy Page para luego volverse oscuros y distorsionados. Poco después encontramos otra gran canción, posiblemente la mejor de la grabación: Mind’s eye. Con esos teclados iniciales tan floydianos (homenaje que también reflejan en su videoclip) nos hace imaginar, si cerramos los ojos, que estamos viviendo en otra época. Dimension, su primer single, tiene de todo: escaleras locas con la guitarra y el bajo, cambios de ritmo y una voz muy rugosa; todo un temazo, si se me permite la expresión. Apple tree tiene ese parecido a My generation de The Who y una rebeldía de aires muy punk. Ya en el final nos encontramos una de las canciones, a priori, más lentas, Tales from the forest of gnomes, aunque su riff final demuestra un gran virtuosismo. Y si aún nos faltaba nombrar alguna influencia, en Withcraft nos encontramos con una flauta que nos recuerda mucho a Jethro Tull.
No han inventado el rock, pero sí nos han hecho recordar sus inicios. Son trece canciones llenas de fuego, melodías que seducen y con las que dan ganas de mover la cabeza arriba y abajo. Tres grandes músicos que forman una banda de rock muy compenetrada, y por si fuera poco con un directo demencial.
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