Ernest no ha venido solo.
Washed Out ha sido uno de los bombazos del verano: Within And Without, su primer Lp, no solo ha recibido críticas fantásticas de los medios más reputados, sino que también ha arrasado en las listas de ventas. Un Cd que ha colocado a este joven de Georgia (EEUU) en lo más alto de la nueva ola chillwave, la tendencia más fresca y reciente del electropop. Con esa carta de presentación vino ayer a Barcelona, por primera vez en su hasta ahora corta carrera, y puso en pie a la pequeña sala 3 de Razzmatazz. Eso sí, con un directo que, en mi opinión, desluce gran parte del encanto que sin embargo abunda en su primer disco. Conectó con el público, sí; pero a costa de ahogar la sutileza en un ritmo muy remarcado y más contundente, un ritmo incapaz de hacernos prestar atención a las suavidades y al sinfín de matices que sí se aprecian en Within And Without: detalles que hacen del disco algo especial.
Lo segundo que nos sorprendió fue que no viniera solo. Esperaba un formato de concierto como el que sí nos ofreció
Chad Valley: un hombre con sus propios medios, guisándoselo solo, con la voz bien puesta, ofreciéndonos momentos claros de electrónica pop. Éste fue, de hecho, la primera de las sorpresas.
Ernest Greene, sin embargo, vino con un batería, un bajo y dos teclados, a parte de su equipo y varios aparatos electrónicos último modelo. Revistió su sonido elegante con un ropaje instrumental que, aunque confirió cierto corpus de más a sus canciones, se veía de dos o tres tallas más grande de lo que correspondía. Las delicadezas, los pequeños detalles y la atmósfera mágica del amanecer veraniego en fin de fiesta, quedaron ocultos. En su lugar, la decepcionante sensación de lo repetitivo, de lo lineal. Cada acompañante que trajo, desgraciadamente, le restó: hasta convertir su concierto en algo extremadamente convencional; nada especial.
Luego es cierto que las canciones, bastante modificadas para mover más al público de lo que lo haría su Cd interpretado al detalle, tuvieron el efecto deseado. Y a él también se le veía disfrutar. Canciones melódicamente fantásticas, pero nuevamente ensombrecidas por la excesiva euforia.
‘ Eyes Be Closed‘,
‘Echoes’ y
‘Amor Fati’ fueron quizás las más reconocibles, así como el cover de
Chris Isaak (con un grave rebelde por ahí suelto). Pero en el fondo todo el concierto pareció un carrusel de versiones en malas manos, de esas que no saben preservar el encanto de la esencia del tema.
Puede que este formato de directo resulte vistoso y aparentemente más atractivo que si hubiera venido solo; desde luego enganchó al público. Pero en mi opinión desvirtúa y minimiza el evidente peso de su personalidad en la música. Es como si al estar acompañado se hubiera contagiado de la distracción (como cuando estudias mejor solo que en grupo), y hubiera abandonado ese sensacional estado de ensimismamiento tan evocador que se desprende del Within And Without.
Washed Out, Neon Indian y Toro Y Moi son, seguramente, los tres nombres fundamentales del chillwave y la electrónica pop actual. Los tres visitan este otoño nuestro país: prueba de fuego para saber hasta dónde llega la naturaleza de estos estilos tan punteros y en boga. Personalmente opino que el primero y más aclamado de ellos ha resultado bastante decepcionante. Pero Greene tiene apenas 28 años, y una larguísima carrera por delante para hacer que me coma mis palabras.
Reseña también disponible en En Clave de Luna
Texto y fotos de Pablo Luna Chao
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