Estrenada en España la semana pasada y premiada con nueve destacados galardones en la gran noche del cine francés, es candidata a oscar a mejor película extranjera.
El sábado 27 de febrero la película de Jacques Audiard, Un Profeta fue la gran triunfadora de la noche, al recibir nueve premios César, entre ellos el de Mejor Película francesa. En cuanto al resto de premios otorgados afueron para Jacques Audiard como mejor director; Tahar Rahim como mejor actor y mejor actor revelación y Niels Aretrup como mejor actor secundario. Stéphane Fontaine recogió el premio al mejor montaje; Jacques Audiard, Thomas Bidegain, Abdel Raouf Dafri y Nicolas Peufaillit fueron galardonados con el César al mejor Guión Original y Michel Barthélemy se llevó el de mejor escenografía.
Un Profeta, que ya fue galardonada con el premio del jurado en el Festival de Cannes y con el Bafta a la película de habla no inglesa, también está nominada al Oscar a la película de habla no inglesa.
El film, desde luego, ya cuenta con el favor de la mayor parte de la prensa norteamericana, tras su estreno la pasada semana, al igual que en España. New York Magazine señala que Tahar Rahim- el protagonista- «aporta una excitante e imprevisible presencia y Niels Arestrup (César Luciani) goza de una altura (interpretativa) que casi shakespeariana». Village Voice apunta que “vendida al mercado global como el Scorsese francés, Audiard sabe de lo que habla. El film Un profeta, afirma el director , es el anti-Scarface». En New York Daily News opinan “que Rahim y Arestrup están tan sobresalientes que si fuese un film en lengua inglesa, deberían haber estado nominados al Oscar también”, aunque habría que recordarles que desde hace años se vienen nominando y premiando en los Oscars a actores y actrices de películas de habla no inglesa.
The Onion dice que “ha sido comparada con series americanas de TV como Oz por su argumento episódico y su extenso reparto, pero es más un “Padrino” galo, absolutamente absorbente, excitante, incluso poética. Puro entretenimiento para la tarde”. Boxoffice Magazine señala que “ si las audiencias tendrán estómago para 150 minutos detrás de los barrotes es discutible, pero no hay ninguna duda del poder persuasivo de un film inflexible y que no se anda con miramientos”
