La cinta, que se estrena el próximo fin de semana, se ha convertido en la película de terror más taquillera en su estreno en EEUU -más de 50 millones de dólares – detrás de It, del pasado año, y Paranormal Activity 3,de 2011.
El actor y director John Krasinski (The Office) se hizo con el guión en 2016 y descubrió que el concepto de la película – en la que una familia debe vivir una existencia aislada en absoluto silencio por temor a una amenaza desconocida- era realmente atractivo, ya que él y su esposa Emily Blunt -que protagoniza junto a Krasinski- acababan de tener su segundo hijo, y un componente clave de la trama es que los padres protegen a sus hijos de una amenaza misteriosa. Fue Blunt quien animó a Krasinski a dirigir el proyecto- a pesar de la poca afición del actor como espectador a las películas de terror- convirtiéndolo en su tercer largometraje, y el primero en un gran estudio. Paramount adquirió los derechos en 2017 y Krasinksi trabajó en la reescritura de un script antes de la producción. Krasinski citó películas recientes como Do not Breathe and Get Out como parte de su investigación durante el desarrollo. A Quiet Place se estrenó en el festival SXSW 2018, donde recibió excelentes críticas por la destreza de Krasinski detrás de la cámara y la historia, y que incluso, en tiempos recientes, ha sido calificada como «obra maestra» por el catedrático, Stephen King. Pero ¿aguantarán nuestras habitualmente bulliciosas salas de cine tanto silencio?
Además de la respuesta contundente del público, la crítica no se ha quedado atrás. La raíz de su éxito, para The Guardian, su aparente sencillez: «por su simplicidad y fuerza, una película que se podría haber hecho décadas atrás, en la era clásica de El planeta de los simios o El último hombre vivo». Para Los Angeles Times lo es la lucidez de su planteamiento, «hasta el final (…), la película se aferra a su inteligencia como un amuleto protector; mantiene al espectador en un estado de mayor alerta en todo momento». The A.V.Club pone el acento en la necesaria ambientación que rodea la película y que rompe el tópico del género silencio/gritos:«A Quiet Place lleva esa estrategia a un nuevo extremo, engulle a personajes y espectadores por igual en un silencio misterioso sostenido, y luego genera ansiedad sobre cómo y cuándo se romperá de repente. Convierte el sonido en sí mismo, el primer invasor del cine, en una amenaza». Por eso Vox define Un lugar tranquilo como «el mejor tipo de película de terror. Juega con la forma con la que escuchamos el mundo que nos rodea, de una manera sorprendente, creativa y tensa».
