TV Personalities (Barcelona, 04-03-09)
Lo del amigo Dan Treacy no tiene nombre. Idolatrado por minorías que le saben autor de auténticos himnos que han pasado a engrosar nuestra lista de favoritos para siempre, se presentó en un Apolo medio lleno para ofrecernos la más lamentable imagen de un artista sobre un escenario que yo recuerdo haber visto nunca. Ataviado con gorro de lana y bufanda, el autor de la inolvidable Look back in anger parecía una parodia de sí mismo al más puro estilo Muchachada Nui. Grotesco, maleducado y etílico, se dedicó a darnos un espectáculo ridículo que rozaba la compasión y tristeza por un músico que ha sido víctima de los excesos del rock’n’roll de segunda fila.
Dan no tiene para ir a desintoxicarse como una estrella maistream, pero tampoco puede dejarlo porque hacer canciones es lo único que sabe hacer, aunque lo haga mal. Durante las largas pausas entre canción y canción se dedicaba a balbucear de manera ininteligible, encarándose con el público y perdiéndose en el escenario: no encontraba el micro que tenía en la mano, se tocaba sus partes nobles frente a los fotógrafos, no acababa los temas… en fin, un desastre sólo salvable por la oportunidad de escuchar fragmentos brillantes de favoritas como Silly girl, I was a mod before you was a mod, A picture of Dorian Gray o la ya mencionada Look back in anger. No debo pasar por alto que la comandita que llevaba no tenía nada que envidiarle y era, como decimos en Catalunya, per llogar-hi cadires. Como colofón al concierto, el respetable le devolvió, repetidas veces, la roñosa bufanda que había lanzado como regalo a las primeras filas, provocando el enésimo enfado de Treacy aquella noche.
En suma, o mejor dicho “en resta”, diremos que yo hubiera preferido tener el recuerdo de sus canciones en mi cabeza y no el que tengo ahora. Lo peor de todo es que la mayoría salimos de la sala con un sabor agridulce, excusando al pobre Dan y los sin sabores del mundo del pop, pero lo que muchos olvidamos es que la pena la dábamos nosotros, ya que la broma se llamaba 24€. Una vergüenza.
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