Too Old To Die Young: primeras impresiones
El cineasta danés Nicolas Winding Refn, respaldado por Amazon, traslada a la pequeña pantalla su particular visión del cine negro y desafía los esquemas preestablecidos en las reglas de la televisión.
Cuando Too Old to Die Young se estrenó en el Festival de Cine de Cannes se proyectó fuera de concurso como una película de 138 minutos, aun cuando se había grabado como una serie limitada de… 13 horas. Aunque el director trabajó estrechamente con los editores Annie Guidice y Matthew Newman durante la producción, cortó la película de 13 horas en los distintos episodios ordenados por Amazon en la forma que más se adaptaba al concepto de capítulo. Inexplicablemente, sólo los episodios cuarto y quinto fueron mostrados en Cannes -sobre la base de que algunos de ellos pueden funcionar como episodios independientes- algo que seguramente ha condicionado algunas críticas negativas. Aunque no sólo eso. Refn despierta pasiones y recelos a partes iguales.
Dado que el actor fetiche de Refn, Ryan Gosling (Drive), estaba ocupado protagonizando con éxito las películas de Damien Chazelle- La La Land y First Man– el papel de héroe hierático fue ocupado esta vez por Miles Teller, a su vez el actor favorito de Chazelle (Whiplash). Así, Miles Teller lidera el reparto como Martin, un policía de Los Ángeles con un pasado problemático, junto a John Hawkes, Jena Malone, Billy Baldwin y Cristina Rodlo.
La serie, con guión escrito junto al dibujante Ed Brubaker, goza de los rasgos peculiares de la cinematografía del danés, algunos de los cuales generarán disparidades de opinión, como el ritmo lento, la imprevisibilidad, las imágenes simbólicas que proporciona el prestigioso director de fotografía Darius Khondji o la música del genio del sintetizador Cliff Martínez. Para The Guardian «a pesar de las influencias, Too Old To Die Young es muy diferente: realmente no hay humor ni comedia como la que Tarantino habría sacado de Lynch. Los espacios en los que estos elementos están ocupados aquí por pausas, silencios, espacios en blanco (…) Too Old To Die Young es macabra y nauseabunda en muchos aspectos, pero muy bien hecha y digna de ver» Según Hollywood Reporter, sin embargo, «lo que es más problemático, sin embargo, es el ritmo. Refn parece disfrutar de la oportunidad de tener diez episodios para convertir las viñetas en mini-épicas, solo porque puede, y la entrega lenta y sin emociones de casi todas las líneas de diálogo se vuelve cada vez más monótona» Para Collider «la película de 13 horas, como Refn se refiere a ella, es ambiciosa, a veces brillante, pero pondrá a prueba los límites de los espectadores más abiertos desde el punto de vista artístico» Y según Variety «combinando la ultraviolencia de Tarantino con la frialdad de Lynch, y tomando prestada la fascinación de ambos directores por la cultura estadounidense de antaño y los impulsos oscuros que la sustentan, Refn, normalmente cineasta, ahora ha hecho una serie, cuyo doble enfoque es la brutalidad inhumana, y la sangre fría frente a toda ella».