Guillermo del Toro y Carlton Cuse, uno de los padres de Perdidos, fichan para la FX para adaptar la trilogía vampírica escrita por el cineasta junto a Chuck Hogan.
En el primer capítulo un avión, procedente de Berlín y con sus más de 200 pasajeros aparentemente muertos, aterriza en el aeropuerto JFK de Nueva York. El doctor Goodweather (Corey Stoll, House of Cards) se hará cargo de la investigación de un misterioso brote mientras el anciano empeñista judío Abraham Setrakian (David Bradley, Harry Potter) intenta advertirle de una peligrosa maldición.
El director y productor ejecutivo de The Strain dijo que la serie “no es para todos, vamos a adentrarnos en territorios que son extremos. La serie retrata una posesión biológica, una invasión del cuerpo. Vamos a ser extremos porque estamos tratando con un miedo esencial, es una posesión biológica, no un cuchillo cortando a alguien. Cuando lo piensas, el concepto en sí mismo es perturbador.”
Entre las primeras reacciones, entre los medios hay posiciones para todos los gustos tras su estreno el pasado fin de semana. Mientras que para algunos es una serie mediocre para ser de Guillermo del Toro y FX, para otros es lo suficientemente entretenida como para seguirla con interés. Entre los admiradores encontramos a Wall Street Journal («La recompensa es un trabajo impulsado por energía imaginativa, inteligencia y un elenco competente, todo ello sumado para hacer estallar el entretenimiento») o Entertainment Weekly («Esto es clásico de culto, una película de terror de medianoche, que ha diseñado con meticuloso detalle la mitología para respetar a los lectores»). The Wrap señala que «el elenco es uniformemente bueno, especialmente Corey Stoll como Dr. Efraín Goodweather, el jefe de un Centro de Control de Enfermedades. La mayor fortaleza de The Strain es su capacidad para renovar las tramas vampíricas mientras rinde homenaje a los mitos sobre los que se han acumulado durante décadas».
