La mayoría de nosotros, animados de cineastas-cuenta-cuentos como Spielberg, nos dedicamos a condenar el holocausto sin llegar a pensar un poco más allá. Nos quedamos en la superficie y no nos adentramos en el verdadero drama que conlleva una guerra. Lo peor, lo verdaderamente dramático, aunque cueste creerlo, no es el conflicto armado sino sus consecuencias, tanto para vencedores como para vencidos. Cualquiera puede realizar el acto de apretar el gatillo por supervivencia, lo que no es tan fácil es vivir con eso el resto de nuestra vida. Y es que The Reader no habla realmente del holocausto, nos habla de la culpa y del perdón.
Magistralmente dirigida por Stephen Daldry (que ya nos tocó la fibra con ese niño que quería bailar llamado Billy Elliot) y con una extraordinaria Kate Winslet en el mejor papel que ha tenido hasta la fecha y que le sirve, además, para demostrar que en los últimos tiempos vive en un permanente estado de gracia (también se puede degustar en nuestras carteleras su maravillosa interpretación en Revolutionary Road). El film adapta fielmente la novela Der Vorleser de Bernhard Schlink, que nos presenta y explica la relación entre un muchacho y una misteriosa revisora de tranvía que le dobla en edad y que oculta un secreto que cambiará la vida del chico para siempre.
Un comentario