The Beatles – Tomorrow Never Knows
Los Beatles grabaron en 1965 el primer álbum que verdaderamente les iba a encumbrar a los picos artísticos más elevados de la época. Rubber Soul era la curva hacia una dirección distinta en casi todos los sentidos. No solo su música derivó hacia terrenos más experimentales; las letras se presentaban más ariscas (las chicas ya no eran tan buenas), la actitud se adornó de menos sonrisas e incluso la imagen del grupo comenzó su metamorfosis (sólo hay que echarle un ojo a la portada del álbum). La influencia de personajes como Dylan (ahí está Norwegian Wood y la respuesta algo desenfadada del tío Bob con 4th Time Around) y las constantes giras, amén de muchos otros y variopintos factores, hicieron de Rubber Soul uno de los primeros trabajos verdaderamente significativos de los fab four.
Tras la publicación del disco, los Beatles se embarcaron en una nueva gira por Inglaterra. Al finalizar los conciertos dispusieron, por primera vez en casi cuatro años, de algunos meses de vacaciones. Agotado y ocioso, Lennon se interesó por el mundo (exterior e interior) que ofrecía el LSD. Para ello se hizo con un volumen de La experiencia psicodélica: un manual basado en el Libro tibetano de los muertos, obra escrita por los psicólogos Ralph Metzner, Richard Alpert y Timothy Leary. En él se embarcan en una amplia y fantástica aventura gracias a la experimentación con diferentes tipos de drogas. A raíz del primer contacto con el LSD, Lennon comenzó a grabar en una cinta distintos pensamientos que aparecieron en su mente. La idea básica se cimentaba en dos pilares fundamentales: uno la del “el amor es todo, el amor es todos” (posteriormente la idea rebosaría azúcar y popularidad en All You Need Is Love), y un segundo cuyo protagonista era el Vacío (pérdida del ego, búsqueda de la realidad tras las apariencias y las formas). Precisamente The Void sería el título primerizo de Tomorrow Never Knows y la primera canción que los Beatles registrarían para su próximo disco, el esencial Revolver (1966).
De casi todos es conocida la petición que hizo Lennon al productor George Martin antes de grabar el tema: “Quiero que mi voz suene como si fuera el Dalai Lama cantando desde la cima de la montaña mas alta”. Para ello, Martin hizo pasar la pista de voz por un altavoz giratorio que estaba situado dentro del órgano, con unos resultados que dejaron más o menos satisfecho a Lennon. Otro elemento a destacar es la batería de Ringo Starr, cuyos patrones se convertirían en modelos para futuras grabaciones en el mundo del rock (al igual que, por ejemplo, los de When The Leeve Breakes de Led Zeppelin) ) e incluso del electrónico, como demostrarían Chemical Brothers tres décadas más tarde con Let Forever Be. Precisamente el título de la canción nace de una frase de Starr, como ya ocurriera con Eight Days A Week o A Hard’s Day Night. Sin embargo, lo que llama la atención poderosamente tras algunas escuchas con cierta atención (algo en peligro de extinción) son la multitud de efectos sonoros que incluye el tema. Casi todos los loops se realizaron variando la velocidad de grabación y superponiendo distintas capas sonoras. Así, podemos escuchar algo parecido a gaviotas (aunque se trate en realidad de la risa de Paul McCartney), un melotrón tocado con el sonido de una flauta o retazos auditivos nacidos de una copa de vino. Todo ello se ve aderezado con componentes indios (sitar y tambora, tal vez la aportaciones más significativas de George Harrison a la canción junto a las guitarras grabadas al revés), una nota sostenida hasta el infinito y una clara inclinación, en casi todos los sentidos, hacia el mundo Oriental en detrimento del Occidental. Tomorrow Never Knows fue grabada los días 6 y 7 de abril de 1966 en los estudios Abbey Road y serviría para cerrar Revolver y, al mismo tiempo, abrir infinidad de caminos a la hora de crear canciones, sonidos y sensaciones.
Los textos de Lennon, sacados del anteriormente citado The Psychedelic Experience, nos invitan a desconectar la mente, dejarnos llevar y entregarnos al vacío para descubrir el significado del interior (“Turn off your mind, relax and float down stream / It is not dying, it is not dying / Lay down al thoughts, surrender to the void / It is shining, it is shining / That you may see the meaning of within”), algo atípico para una obra pretendidamente pop. El hecho de que meses antes los de Liverpool escribieran canciones donde el chico le pedía a la chica cogerle de la mano, acentuaba el impacto artístico del tema y confirmaba el nuevo y fascinante rumbo de la banda tras la publicación de Rubber Soul y Revolver. Los Beatles daban así el verdadero pistoletazo de salida a la vertiente psicodélica dentro del mundo del pop, tanto en el plano estético como en el meramente musical, si bien es cierto que podemos encontrar precedentes algo más madrugadores (tal vez podríamos citar aquí a los 13th Floor Elevators y su You’re Gonna Miss Me). Un año después llegaría la explosión de flores con el Verano del Amor y la creación de algunas de las obras más experimentales de grupos como los Rolling Stones (Satanic Majesties Request), los Doors (The Doors), Pink Floyd (The Piper at the Gates of Dawn), Jimi Hendrix (Are You Experienced?), los Who (Sell Out) o los mismos Beatles con su Sgt. Peppers.
Aún hoy en día es bastante revelador el porcentaje de grupos, bandas y artistas en general que se presentan ante nosotros bajo la etiqueta de música experimental, progresiva o, simplemente, psicodélica. La mezcla de todo ello ha dado buenos resultados en algunos casos (los primeros Mercury Rev, Flaming Lips, Comets On Fire, Animal Collective, por picotear algunos ejemplos) pero también multitud de pastiches de difícil digestión. Por último, recomendar Revolución en la Mente de Ian McDonald (Celeste Ediciones, 2000) de entre la gran cantidad de libros publicados en nuestro país sobre los Beatles, algunos de ellos la mar de prescindibles. Se trata de un apasionante viaje a través de todas la canciones de los de fab four a base de datos de toda índole (anécdotas, apuntes técnicos, repercusión e influencias, etc) presentado de forma atractiva y muy bien documentado.