The Beatles: Get Back, primeras impresiones
Se estrena el esperado documental de Peter Jackson, que, dada su larga duración, se ha transformado en una una docuserie en tres partes. Cada episodio tiene una duración aproximada de dos horas y se extenderá durante tres días, el 25, 26 y 27 de noviembre de 2021, exclusivamente en Disney +.
Ningún período de la carrera de los Beatles ha sido más meticulosamente documentado que el tumultuoso enero de 1969, cuando ensayaron y realizaron su última actuación pública en el techo de su imperio Savile Row Apple. Fueron dos semanas planificadas, que luego se convirtieron en casi un mes, del 2 al 30 de enero de 1969, en el que los Beatles, tres años después de la despedida de sus actuaciones en directo y dos desde que falleció su mentor Brian Epstein, se reúnen para escribir y ensayar las canciones de un nuevo disco que les gustaría grabar en directo. Ninguno de sus miembros habían cumplido los 30: John y Ringo entonces ambos de 28, Paul 26 y George, el benjamín, solo 25. Los Beatles entran en los platós de Twickenham Studios el 2 de enero para componer las 14 canciones que compondrían su nuevo disco en dos semanas y para interpretarlas en un show en vivo – Lindsay-Hogg pensó en grande y propuso el anfiteatro romano de Sabratha, en Libia- y documentar todo para una nueva película. En ese sentido parecía que no se trataba tanto de grabar un álbum como de «ensayar» un disco y un espectáculo. El trabajo de Michael Lindsay-Hogg, por lo tanto, apenas era el de filmar el material que iba a ser introductorio en los 30 minutos antes del concierto, en ningún caso se suponía que iba a ser un oteador detrás de cada escena. De la película de Michael Lindsay-Hogg, que de unas sesenta horas de metraje produjo apenas 80 minutos, la mitad de los cuales fueron ensayos, donde no faltaron las discusiones ni malas caras, a los Beatles no les gustó el resultado y no se volvió a ver desde entonces.
A pesar de no estar disponible desde 1982, todo lo que Lindsay-Hogg hizo fue plasmar cómo las relaciones del grupo se desmoronaban y sirvió como última palabra sobre la ruptura inminente. Peter Jackson, de 60 años, describió su trabajo de una forma muy transparente: “Trabajar en este proyecto ha sido un gran descubrimiento. He tenido el privilegio de ser una mosca en la pared mientras la mejor banda de todos los tiempos trabaja, toca y crea obras maestras». Jackson – que se mostró inicialmente reacio por el miedo de hacer una “película miserable”- pasó por más 60 horas de metraje de video en 16 mm de Lindsay-Hogg en 1969, y 140 horas de grabaciones de audio- en su mayoría sin escuchar- de las sesiones del álbum con el beneplácito de McCartney y Ringo Starr, sus viudas Yoko Ono y Olivia Hаrrison, y el hijo de George Martin, Giles. Tras una ardua labor de selección, limpieza digital del video y el sonido, para hacer que los colores y las voces vuelvan a ser claros y brillantes, Get Bаck (el título original de la película de Lindsаy-Hogg) es el resultado, con un tiempo de seis horas al estilo Tolkien. Es «un documento sobre un documento», según lo describe Jackson, la única persona en 50 años que ha tenido acceso a estos archivos de películas privados. El oscarizado director, que confesó que había comenzado a escuchar a los Beatles en 1973, a los 12 años, cuando compró los dos álbumes dobles, rojo y azul, que recogieron lo mejor de la banda- comentó respecto a su documental: “En muchos aspectos, el extraordinario metraje de Michael Lindsay-Hogg capturó múltiples historias. La historia de amigos y de particulares. Es la historia de las debilidades humanas y de una asociación divina. Es un relato detallado del proceso creativo, con la elaboración de canciones icónicas bajo presión, en medio del clima social de principios de 1969. Pero no es nostalgia: es crudo, honesto y humano. Durante seis horas, conocerás a Los Beatles con una intimidad que nunca creíste posible».
Para The Guardian si bien ve momentos extraordinarios, «los de inspiración e interés quedan abandonados en medio de acres de charlatanería inconexa (“divagaciones sin rumbo fijo”, como bien dice Lennon) (…) Eso es, sin duda, lo que es grabar un álbum, pero para un espectador es, para usar el lenguaje de 1969, un verdadero lastre». Para Variety, sin embargo, estos momentos no son un problema, «lo sorprendente de «Get Back» es que mientras la miras, bebes la realidad momento a momento de lo que fue para los Beatles mientras se afanaban en su penúltimo álbum de estudio, la acumulación de peculiaridades de la película y los placeres, el aburrimiento y la euforia se vuelven más que fascinantes; se vuelve adictivo». Según The Hollywood Reporter «la restauración y digitalización (…) y la remezcla del sonido monoaural limpiado son tan nítidas y frescas que el material ya de por sí íntimo (…) tiene un efecto deslumbrante de inmediación. Es fácil olvidar que los eventos que se desarrollan en la pantalla ocurrieron hace medio siglo y que varias de las figuras clave de la película desaparecieron hace mucho tiempo». Para Empire «Get Back es mucho más que un rockumental. En cambio, es un retrato bellamente restaurado, ridículamente íntimo del grupo más famoso de la música (lo siento, 5 estrellas) en una encrucijada en su carrera, entre ser un grupo de directo o una banda de estudio, y más pertinente, entre permanecer juntos o separarse, capturando la alquimia.de su colaboración ante sus propios ojos». Según Wall Street Journal «Alegre, tedioso, eufórico y fabuloso, The Beatles: Get Back se siente como un documental hecho ayer en lugar de hace 52 años, una épica reimaginación y excavación del director Peter Jackson de las sesiones de estudio de Let It Be (…) Nada de cuyos son chismes parecen ciertos por lo que vemos, que a menudo es caos pero con mayor frecuencia felicidad».