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The Beach Boys – Sunflower

beach_boys_sunflowerTodos los amantes de los Beach Boys sabemos que hubo vida tras la edición de Pet sounds (Capitol, 1966). Y no sólo nos referimos al fascinante puzle que resultó ser Smile, sino precisamente a trabajos editados posteriormente. En 1970, y tras discos como Wild honey (1967) o Friends (1968), firman un contrato con Warner Reprise gracias a Van Dyke Parks y al ejecutivo Morris Mo Ostin, fan incondicional de Brian Wilson.

A mediados de ese mismo año entregaron un puñado de temas bajo el título de Add some music to your day –se barajaron los nombres de Reverberations y The Fading Rock Group Revival–, que fue rechazado por Reprise. Canciones como Two can play, I just got my pay –ambas de Brian–, Susie Cincinnati –de Al Jardine– o una versión del You never give me your money de los Beatles no consiguieron doblegar el a veces extraño y desafortunado criterio de los jefazos de la discográfica. Tras el consiguiente enfado, los Beach Boys reemplazaron dichas piezas y bautizaron finalmente a la criatura como Sunflower. Grabado en Santa Mónica y editado el 31 de agosto de 1970, el álbum está considerado como uno de los mayores batacazos comerciales del grupo, alcanzando únicamente el puesto 151 en el Billboard. En el Reino Unido, donde un periodista llegó a comparar el nuevo lanzamiento con el Sgt. Pepper’s, el recibimiento fue algo más cálido (número 29).

Sunflower se revela desde las primeras escuchas como una adictiva colección de melodías que, a la postre, difícilmente podremos olvidar. Todos los componentes de la banda participan en esta orgía de pop artesanal que juguetea también con el folkAdd some music to your day siempre gustó en Reprise por ese ramalazo a CSN&Y y los Grateful Dead más campestres- y con el rock’n’roll (Got to know the woman). Entre los mejores momentos no podemos dejar de citar This whole world –compuesta por Brian y cantada por Carl, con coros de las hermanas Rovell– y Forever, una bellísima balada escrita por Dennis Wilson –aún faltaban siete años para Pacific ocean blue-. La recta final del disco navega por la calma de Our sweet love, At my window y una Cool, cool water construida con retazos del proyecto Smile y que Brian compuso pensando en un anuncio de Coca-Cola.

A pesar de que la magia estaba a punto de agotarse dentro de los Beach Boys –al año siguiente vería la luz Surf’s up-, lo cierto es que con Sunflower consiguieron sacarse de la chistera un buen puñado de hermosos y sanos conejos.

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