The Barlights – If it wasn’t for the light, the dark would have killed us
Aquí podría ocultarse el gran disco de guitarras que estabas esperando este año. Y es curioso, porque el vibrante debut de esta banda británica poco tiene que ver con las referencias de los grupos que dicen admirar o haber escuchado, por cierto casi todos recientes: Radiohead, Ryan Adams, The National, Guillemots, Cold War Kids, The Smiths… Tal vez ciertos rasgos de estos últimos, pero muy débiles.
Adam Chase (bajo y coros), Nicholas Davies (batería, percusión, voz), Graham Horne (guitarra, piano, voz) y Adam Wretham (guitarra, ruidos fuertes, voces) han sabido mezclar muchas de las cualidades del indie rock actual y plasmarlas a lo largo del álbum. Pero si uno tropieza de repente con Radiate nos remite al rock más guitarrero de mediados o finales de los años ochenta, con esas intros que se echaban de menos. La voz de su cantante, que por momentos recuerda a la de Brian Molko, se mueve con elegancia entre los potentes riffs de guitarra del reivindicativo Finn, y con Start our days nos encontramos, probablemente, con una de las mejores canciones de rock del año, concentrada en poco menos de tres minutos. El grupo se crece cuando gana energía, como en No guarantees, pero abusa y pierde fuelle en las canciones más lentas -con estructuras y melodías bastante manidas, concesiones a la galería-. Uno hubiera preferido que hubiesen seguido liberando esa energía guitarrera que deja muy buenos momentos en un disco, el primero, que ya les gustaría haber firmado a otras bandas con más experiencia.