The Appleseed Cast (La[2] de Apolo, Barcelona, 16-10-2013)
Los chicos de Aloud Music son unos románticos. Desde luego, no de una forma babosa, empalagosa o al estilo ese quinceañero que todos hemos visto o padecido alguna vez, sino más bien de una manera conceptual. Remontándonos a la definición que en el cole aprendimos del romanticismo como movimiento literario, diría que son amigos de lo abrupto, de la ruidosa exaltación de los sentimientos, de lo violento, lo singular y lo exótico. Atraídos por la épica instintiva y bruta que subyace en los relatos de otras eras, llevan promocionado más de 10 años el tipo de música que mejor traduciría la indefensión del hombre ante las magnitudes y la salvaje grandiosidad de la naturaleza. Por eso siempre podemos contar con ellos para resucitar en directo a esas hermosas rarezas del post-rock, instrumental o alternativo, que parecen olvidadas e incomprendidas mártires con respecto a la música más popular. Ayer, por ejemplo, fue el turno de The Appleseed Cast.
Pocos esperábamos un lleno en La[2] de Apolo, pero lo más probable es que para la mayoría de los asistentes el concierto significara un retorno a 2003: al Two Conversations (Tiger Style/Aloud Music/Gentleman, 2003) y a la época en la que este cuarteto de Lawrence, Kansas, se consolidaba de manera definitiva en un panorama dominado hasta entonces por los Sunny Day Real Estate. Sin embargo, después de todo este tiempo, han pasado algunas cosas alrededor de la banda: han firmado otros tres Cds (y van 8) desde entonces, el último de ellos, Illumination Ritual (Graveface Records, 2013), este mismo año, aunque por otra parte actualmente solo Cristopher Crisci se mantiene como miembro de la formación original. Lo cual no quiere decir que los demás hicieran ayer de pasmarotes o de simples asalariados del líder: los cuatro se entregaron y se vaciaron emocionalmente hasta el final, haciendo uso de una dominante melancolía como arma principal de contagio.
Arrancaron poderosamente con Adriatic to Black Sea, sentando claramente las bases de lo que iba a ser su propuesta: dos guitarras a los lados, precisas y letales como dos rifles afilados, que lo mismo disparaban florituras melódicas a la par que estridentes chorreos de distorsión y arpegios sombreados; y en el centro, con la contundencia y la determinación de la cuadriga de Ben-Hur, la batería y el bajo sirviendo de molde para los golpes. Puro arrebato. Aunque sobradamente reconocibles, los Appleseed Cast sonaron seguramente con más fuerza y velocidad de lo esperado, subrayando con más ahínco los segmentos instrumentales, y alejándose de aquel tono más cándido y emo característico de sus primeros discos. Ni siquiera al sonar Steps and Numbers, Forever Longing The Golden Sunsets, o Hanging Marionette, ya en los bises, aminoraron el ritmo, pero en ningún caso fue esto una mala noticia. Es evidente que, aunque gran parte del público se quedara anclado, y con razón, en aquel trabajo suyo de principios de los ’00, ellos no lo han hecho.
Podría interpretarse como un signo de madurez desde el punto de vista de la pérdida de la inocencia y de la fe en la magia o en la justicia poética. Porque en cierto sentido parece como si ahora simplemente revelaran amargas verdades donde antes colocaban delicados y emocionantes interrogantes por resolver. Tal vez no haya habido ni habrá un salto cualitativo más allá del que ya dieron hace años, pero aunque sus pretensiones de fama no se eleven por encima de un ambiente como el de ayer, todo estancamiento acaba por ralentizar el fluir de las nuevas ideas. The Appleseed Cast, sin embargo, parecen haber encontrado de momento un mecanismo para forzar la máquina y huir de la autocomplacencia: y en directo, por lo menos, el resultado ha sido fantástico. Pocas veces ha sonado tan bien la pequeña sala La[2] de Apolo como anoche con este cuarteto del este de Kansas.
Concierto organizado por Aloud Music.
Fotos de Pablo Luna Chao.
Escucha el setlist del concierto en Spotify, o míralo aquí.
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