Slow Horses: primeras impresiones
Se estrena la nueva serie de Apple TV+ sobre espionaje protagonizada por Gary Oldman.
Mick Herron es autor de la aclamada serie de novelas sobre Jackson Lamb, de la que ya han aparecido cinco entregas y cuya primera, Caballos lentos, fue finalista del Silver Dagger Award de la British Crime Writers Association. Además de la citada, están ya publicadas Leones Muertos, Tigres de Verdad y La calle de los espías, todas en Salamandra. Es la primera de la serie protagonizada por Jackson Lamb, un veterano agente del MI5, aficionado a la bebida, fumador y con problemas de sobrepeso. Tras caer en desgracia Lamb es nombrado director de la Casa de la ciénaga (Slough House), una división sin mayor importancia a donde se destinan lo que se conoce internamente como los “caballos lentos”, agentes que, por distintas razones, ya no son considerados buenos para el servicio. En una entrevista de 2016 para The Guardian, Mick Herron comentó que el personaje de Jackson Lamb, en particular, se inspiró en otro personaje de ficción criminal, Andy Dalziel del autor Reginald Hill, de la serie de novelas escritas a lo largo de los años 70s.
Slow Horses se une al largo título de series de espionaje que, con resultados dispares, se han desarrollado en los últimos años, muchas de ellas con su correspondiente salto posterior a la gran pantalla. Si echamos la vista atrás encontramos las famosas versiones televisivas de Los Vengadores (1961-1969), El Santo (1962–1969), Callan (1967–1972), Misión Imposible (1967-1973), Los agentes de C.I.P.O.L. (1964), Calderero, sastre, soldado, espía (1979)- que protagonizó en su versión cinematográfica Gary Oldman- o Los hombres de Smiley (1982). Y, en tiempos recientes, Homeland, The Looming Tower o The Americans, además de la alemana Deutchschland 83, la británica The Hour (2011–2012) o la distopía The Man in the High Castle.
“Te diré algo, haber tenido la suerte de interpretar a Smiley (un personaje de John Le Carré) y ahora ir e interpretar a Jackson Lamb, de las novelas de Mick Herron, el heredero, en cierto modo, de Le Carré, es algo fantástico”, comentó Gary Oldman en la presentación. Cuando Herron comenzó a trabajar en la serie Jackson Lamb, a fines de la década de 2000, ya había escrito una completa de novelas de suspense protagonizadas por una investigadora residente en Oxford, Zoë Boehm. La serie actual de libros comenzó con Slow Horses en 2010, pero, debido a la poca publicidad de los editores originales, tuvo un impacto limitado y no tuvo éxito comercial hasta su reedición unos años después. «(Con Slow Horses) quería tener un elenco de personajes más grande de lo que estaba acostumbrado (mi serie de misterio ambientada en Oxford se centró en uno o dos individuos); Quería escribir sobre fracasos, en lugar de tipos heroicos súper eficientes; Quería escribir sobre cambios políticos y situaciones nacionales más que domésticas»– comenta en una entrevista en su propia web oficial-«que resultaran ser espías en lugar de funcionarios públicos, policías o militares era prácticamente inevitable; escribir sobre fantasmas me dio la libertad de crear mis propias reglas en lugar de observar las normas que rigen las acciones de la mayoría de los demás organismos públicos». Una de las peculiaridades de las novelas es el sentido del humor:«Solía pensar que el humor de los libros reside en gran medida en los personajes y sus reacciones ante las situaciones, y en el diálogo, especialmente cuando se pelean. Últimamente, me he dado cuenta de que también hay humor, de una naturaleza particularmente sombría, que se puede encontrar al hurgar en esos temas sociopolíticos aterradores que mencionas. Esto podría describirse como una sátira, si te sientes generoso, aunque nunca he estado seguro de que reírte de las acciones a menudo ridículas y despreciables de los que están en el poder sea mucho más que escupir al viento. Sin embargo, es más pronto esto que aceptarlo». La segunda temporada, que se basará en la segunda novela de Slough House, Leones Muertos, se encuentra actualmente en rodaje.
Para The New York Times «El espectáculo en torno a Oldman no está del todo a la altura de los estándares establecidos por su actuación, pero no está demasiado lejos: «Slow Horses» es una celebración muy satisfactoria y una parodia de las novelas de John le Carré que claramente la inspiraron». Según Variety «El material de la serie es mucho más fuerte como una emocionante comedia de espías que como intenso drama de espías que termina alimentando las secuencias más cinéticas (y ciertamente impresionantes) del director James Hawes.Combinar ambas sensibilidades es inteligente, y cuando funciona, realmente lo hace bien». Para Slant Magazine «A medida que estos maestros de espías competitivos y cínicos siguen cambiando las reglas del juego, Slow Horses maniobra a través de una serie de desafíos cada vez más tensos y peligrosos con una torpeza seria y cómica que evita que se tomen a sí mismos demasiado en serio». Según The Independent «como resultado, hay una pizca de apatía cómica familiar que lo atraviesa;los personajes parecen hablar con suspiros, compensando un tema serio con un ingenio seco.Inesperadamente, todo encaja: el espectáculo nunca se desvía demasiado hacia la ligereza como para dominar el drama, y viceversa». Y para Empire es «Una historia de espionaje lúgubremente auténtica poblada por un montón de «perdedores, inadaptados y borrachos» divertidos e intrigantes, tal como se describen en la letra de la canción maravillosamente atmosférica de Mick Jagger».