Second – Invisible
Mientras escribo estas líneas, me entero de que Second acaban de fichar por DRO Atlantic, discográfica con la que reeditarán este Invisible (Autoeditado, 2005) del que me disponía a hablar. Así que vuelvo al principio y comienzo de nuevo esta crítica con una reflexión: ¿estamos realmente en un momento de crisis tal y como nos dicen las grandes discográficas? ¿Por qué no dejan de aparecer nuevas compañías independientes? ¿Qué ha pasado para que, en apenas unos meses, una compañía como DRO fiche a gente tan distinta como Quique González, Christina Rosenvinge o Second? De momento, lo primero que me viene a la cabeza es que podría ser que DRO haya encontrado la forma de subsistir a esa «crisis», dejando el lanzamiento de nuevos artistas en manos de la autoproducción para luego aprovechar ese trabajo realizado por los propios grupos para editar sus discos una vez que ya son conocidos. Pero hablemos de música.
Cuando hace un año escuché por primera vez a Second en una de las fiestas de Supernovapop en Madrid no les presté mucha atención. Una semana más tarde ganaron el Global Battle of the Bands, consagrándose como “la mejor banda del mundo”. Como decía, entonces no les presté atención, me parecieron uno de tantos grupos de influencia británica. Ahora, doce meses después, me quedo sorprendido al oir Invisible, el primer corte del álbum: gran sonido, contundente, bailable y con melodía y estribillo pegadizos. Algo parecido me pasa con Her diary que, aunque más convencional, sigue teniendo un “algo” que antes no había apreciado en los murcianos.
Con el tercer tema llega la sorpresa. Horas de humo es el primero del disco en el que Second cantan en español. Una pena, no por adoptar su lengua materna, sino porque parece que estamos ante otro grupo, esta vez más cercano al panorama indie patrio más convencional. Lo mismo sucede con Nada te dirige, Línea imaginaria o Algo (cuyos preciosos arreglos de cuerda pueden ser oídos tras unos minutos de silencio al acabar la última pista del CD). Cantando en español les falta la fuerza, o quizá sea la confianza, que el inglés imprime a otras canciones como Fortune days, On an island o Erased world, siendo ésta última una de las más interesantes del álbum.
Second han ganado en presencia, personalidad y, en líneas generales, calidad desde Pose (Pulpo Negro Records, 2003). Musicalmente se les nota curtidos después de tantas actuaciones en España e Inglaterra y se han ganado a pulso su reciente contrato por una “grande” (y sinceramente espero que les vaya bien). Pero como me decía alguien después de un concierto, “grupos como Second los hay a patadas en Reino Unido”. Viendo cómo está el mercado, siempre es muchísimo mejor un hype a la británica que un triunfito a la española.
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