Muchos se percataron con su disco de debut, titulado irónicamente Happiness -y que contenía la preciosa Tears coming home-, de que nos encontrábamos ante un gran compositor. El percusionista de formación clásica y posteriormente multiinstrumentista y cantante parisino Sébastien Schuller se hizo, con un primer trabajo eminentemente instrumental, especialista en crear atmósferas densas y melancólicas. En este segundo, Evenfall (Green United Music/PIAS), deja de lado sus tendencias más electrónicas para conformar un disco esencialmente pop.
En el álbum se difumina la monotonía, alternándose las melodías pop y folk entre un omnipresente piano -en la canción que abre el disco, Morning mist, o en Balançoire– y bases electrónicas, como en Open organ, una de las mejores. Su maestría en la creación ambiental se comprueba en The border , donde la voz y los instrumentos acompasados van tomando protagonismo progresivamente, o en High green grass, que cierra el disco y en cuyo final deja acertadamente el protagonismo al piano.
Son inevitables, mientras discurre la escucha del álbum, las comparaciones con Radiohead. Y cuando uno llega a la mejor canción del disco, la excelente Battle, duda que la voz de Thom Yorke pudiera haber ejecutado una interpretación mejor de la misma, mientras se pregunta si al músico británico no le hubiera gustado robársela para el próximo disco de su banda. En cualquier caso, dejando de lado los parecidos, este trabajo, que llama la atención desde la portada -su autora, Agnes Montgomery, es también responsable de la portada del Person pitch de Panda Bear– nos confirma la cada vez mayor madurez compositiva de un músico que seguramente seguirá dándonos grandes sorpresas en el futuro.
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