Santi Campos y los Amigos Imaginarios – El invierno secreto
Santi Campos presenta su tercer disco en solitario. Bueno, no exactamente, ya que después de Amigos imaginarios (RockIndiana, 2005), su segundo largo tras su etapa al frente de Malconsejo, Santi ha adoptado su nombre para designar a la banda que antes le acompañaba y de la que ahora es parte. No hay más que ver su página en myspace.com para leer lo que es toda una declaración de intenciones: “Sí, somos una banda”. Así nos encontramos ante el disco de Santi Campos y los Amigos Imaginarios El invierno secreto (Lucinda Records, 2006). La banda, los Amigos Imaginarios, no son otros que Sebastián Giudice (batería y percusión), Jesús Montes (bajo y contrabajo) y Esther Rodríguez (guitarras y voz), todos ellos antiguos miembros de Nominees. Además, para grabar el álbum han contado con la colaboración de Manuel Cabezalí y Charlie Bautista (Havalina Blu, Melusa, Christina Rosenvinge).
La principal diferencia entre las canciones que formaban parte del debut de Santi en solitario, Pequeños incendios (RockIndiana, 2002), y las que ahora nos ocupan es la falta de consistencia y su producción, tanto en la calidad del sonido como en los arreglos. Se nota que las personas que hay detrás de estos temas llevan tocando juntos ya más de dos años. Y se nota, y mucho, la evolución personal de Santi. Lo primero que llama la atención es su faceta de cantante: sin perder su característico estilo ha mejorado, muy claramente, sus dotes como vocalista. Pero lo que es más importante, Santi cada vez escribe mejores canciones.
Enlazando en cierta forma con el tipo de canciones y estilo de Amigos imaginarios, tenemos Cuestión de edad y, paradójicamente, El invierno secreto. Aunque éste es un disco mucho más reflexivo y sosegado. Atrás han quedado los juegos y experimentos de sus anteriores trabajos y la sencillez (que no simpleza) se hace patente en unas canciones que están arregladas con mucho gusto. Desde los pianos y los vientos en Mi mitad oscura, al sonido evocador de los setenta, a la manera de Josh Rouse, en la versión del Surprise de Colin O’Marah (rebautizada por Santi como Bicho raro), o en las guitarras acústicas y el violín de Otro disfraz, los Amigos Imaginarios han encontrado la fórmula para hacer buenas canciones.
El álbum se abre con Permanecer, su primer single, que supone a la vez una perfecta introducción y resumen de lo que son Santi Campos y los Amigos Imaginarios. En una línea parecida se encuentra Una historia de tres, que tras un comienzo jazzeado en las estrofas se arranca con aires de country. Y como contrapunto más tranquilo tenemos Dulce nada o El más listo de aquí, que pugnan en igualdad de condiciones por la belleza. Mención especial merece Cambia el guión, una canción que ya conocíamos publicada en versión demo en el disco del Autumn Almanac 2004, pero que ahora incorpora un piano beatlemaniano y prescinde de los cansinos fraseos de guitarra de entonces. Para completar el álbum, éste incluye dos versiones más, además de la citada de Colin O’Marah: Donde yo solía vivir, adaptación del The days I used to be de Neil Young, y No encontrarte de los Bee Gees vía Flying Burrito Brothers. Y lo mejor de todo es que no destacan ni se diferencian de las composiciones originales de Santi Campos.
Ya lo había comentado cuando publicó Amigos imaginarios: su evolución es muy notable y, si en este país en que estamos se valoraran las canciones como debieran, estaríamos hablando de uno de los discos de 2006. El invierno secreto de Santi Campos y los Amigos Imaginarios está plagado de canciones pop, que si no son del todo perfectas, prácticamente lo son. Ahora sólo queda saber qué pasará con su próximo trabajo, que presumiblemente estará firmado como Amigos Imaginarios a secas, y disfrutar con sus canciones en directo.
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