Santi Campos – Amigos imaginarios
Después de tres años de espera, Santi Campos vuelve con un nuevo disco, Amigos imaginarios (RockIndiana, 2005), un álbum redondo en todos los aspectos. Destaca la evolución respecto a su anterior trabajo y sus variadas y sobresalientes colaboraciones: Ana Béjar y Alfonso Pachés de Orlando, Josema Martín de Vancouvers, Juan Ferrari, Fernando Lupano o varios miembros de Nominees.
Santi Campos recoge influencias de muchas bandas, aunque quizá es la esencia de Wilco la que más se deja ver en muchos de sus temas e instrumentaciones, sobre todo en canciones como Superman o Tres veces tiempo. No se puede dejar de mencionar un factor importante en este álbum: la cuidada producción a cargo de Pablo Sbaraglia, que hace de Amigos imaginarios un disco compacto y con una apreciable calidad sonora.
Santi Campos ha conseguido unir sencillas letras y melodías con arreglos muy cuidados, detalles que hacen que sea un álbum coherente y muy bello. Hablamos de temas como Vendiendo arena o Fin de fiesta, que poseen un particular toque de elegancia. Ayuda el hecho de que el cantante goce de una voz muy personal y expresiva, lo cual proporciona a los temas una particular marca de distinción, algo que ya pudimos escuchar en Pequeños incendios (RockIndiana, 2002), su primer trabajo en solitario.
Lo que más atrae de un disco como éste es la diversidad de estilos entremezclados en un mismo trabajo, canciones que no se alejan del pop más puro, incluyendo pinceladas de country e incluso de jazz. Santi Campos ha conseguido crear un disco completo y nada pretencioso. Sus letras expresan emociones con las que todos nos podemos identificar y sus armonías están alejadas de la innovación, pero se presentan de una forma cuidada y con mucho estilo. Y así, con esta sutileza y sencillez, Santi Campos aparece de nuevo y nos ofrece lo que posiblemente hace de Amigos imaginarios un disco realmente grande: sinceridad y calidad englobadas en cuarenta y cinco minutos de buena música.