[Reseña] Yeah Yeah Yeahs – Cool It Down
La banda Yeah Yeah Yeahs ha estado bastante ausente durante mucho tiempo, ya que ha pasado casi una década desde que lanzó su último álbum (Mosquito, de 2013). Con la era del indie-sleaze re-romantizada y redescubierta por los jóvenes de hoy en día, es imposible negar el impacto de Yeah Yeah Yeahs en la escena del rock neoyorquino de principios de los 2000. Su álbum debut Fever To Tell llevó la fresca y caótica música del trío garage-punk a nuestra atención en 2003 y su magnífica Maps se metió en nuestra lista de las mejores canciones de 2003.
Cool It Down es el álbum más maduro y potente de Yeah Yeah Yeahs hasta el momento. Con una atmósfera oscura y sintetizadores dominantes, el disco refleja el panorama pesimista actual. Según Karen O, el proceso de creación del álbum estuvo marcado por «escalofríos, lágrimas y euforia cuando el dolor se alivia y se revela la verdad». A pesar de la espera, no nos hemos quedado decepcionados tras escuchar las ocho canciones del álbum.
El álbum empieza con la espectacular Spitting Off The Edge Of The World, con la colaboración de Perfume Genius, la perfecta unión del shoegaze y noise pop con toques de glam rock. Sorprende el giro que consiguen después con la tranquila Lovebomb, esas las voces son una belleza en forma de dream pop, con ese estribillo crudo «acércate, más cerca ahora» que parece tanto una instrucción como una súplica. El ritmo se apodera y acelera con Wolf y Fleez, dos temas bailables que nos arrojan al pasado con sus altos sintetizadores y esos ritmos disco.
El patrón de acordes de piano que sirve de base para Burning, mientras los sintetizadores punzantes anuncian un enorme coro, es probable que se quede en tu cabeza. Es la mejor canción del disco, explosiva y con la voz de Karen O exuberante en su in crescendo. La parte final del disco nos encontramos con Blacktop y Mars, baladas de ritmo lento que destacan la versatilidad vocal de O, mientras que Different Today puede que sea una de las canciones más pegajosas y bailables que los neoyorquinos hayan escrito hasta el momento en un «mundo (que) sigue girando fuera de control«.
Cool It Down se aleja del sonido tradicional del grupo, que ha evolucionado en algo nuevo, mezclando electropop y new wave en su conjunto, sin olvidarse de los elementos de indie rock que tan bien conoce la banda. Es un paso refinado al frente, a algo nuevo y realmente excitante.