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[Reseña] Ryan Adams – Prisoner

Prisoner-Cover-1486999026 (1)La carrera de Ryan Adams ha sido continuamente intensa. Y siempre, siempre, ha hecho lo que le ha apetecido. El prolífico músico de Jacksonville se puede permitir sacar de la chistera tres discos de golpe en un solo año – como hizo en 2005 con Cold Roses, Jacksonville City Nights y 29-, pasar un tiempo sin hacer nada o, de repente, hacer todo un remake, canción a canción, del disco 1989 de la cantante americana Taylor Swift, una rayada mental que juró no repetir, aunque le llegaron miles de peticiones para que siguiera con la tónica. Sin embargo, desde aquel disco homónimo de 2014 -y algunas canciones sueltas- no escuchábamos nuevas composiciones del artista americano.

Prisoner (PaxAM/Blue Note, 2017) es el decimosexto disco para el compositor estadounidense, un trabajo escrito y compuesto en pleno divorcio mediático con Mandy Moore. El propio Ryan reconoció que todo ese proceso le afectó mucho y el hecho de componer era un mecanismo de evasión y, al mismo tiempo, una fórmula muy efectiva de sacar todo lo que tenía dentro. Si escuchas el álbum lo puedes apreciar claramente, como en la letra de To be with you, de la que cuenta (“When everything was new and colorful, it’s gotten darker Every day’s a lesson, things were brighter before”) que, escribiéndola,  se le rompió el alma en millones de trocitos . Sin embargo, fue una decisión acertada, catártica: ponerse a escribir de repente tantas canciones le hizo sentir bastante libre.

Do you still love me es el primer sencillo elegido y también  el perfecto comienzo de un disco que seguramente estará en las listas de los mejores del año. Prisoner habla en gran medida de su divorcio (Broken anyway), y, en consecuencia, de ese estado de fragilidad permanente, de intervenciones, de recomponerse y también de la muerte (Outbound train). La primera vez que escuchas Prisoners te das cuenta de que es un álbum que suena a rock clásico, bien estructurado, tal vez sin muchas florituras, pero que cargado de esa elegancia, esos riffs de guitarra, que hace que tengas que poner toda tu atención, te envuelve y te acaba convirtiendo también en cautivo. Enhorabuena, Mr.Adams.

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