[Reseña] Moby Dick (Teatro Cervantes, Málaga, 07/01/19)
El montaje dirigido por Andrés Lima y protagonizado por José María Pou ha inaugurado una nueva edición del Festival de Teatro de Málaga
Cantaba Nacho Vegas en El salitre que jugó a ser malo y se dio de bruces con el mal. «Que me perdone el capitán Ahab, que me perdone», demandaba antes de que la calma retornara a la melodía. Pero el autoritario conductor del ballenero Pequod, y sin escudriñar las intenciones que el asturiano encerraba en su canción, parece no tener nada que disculpar, más bien al contrario: busca vengar su pierna extraviada de forma incansable, prácticamente suicida, sin atender a los lógicos razonamientos formulados por sus marineros Ismael, Starbuck y Pip —interpretados por Jacob Torres y Óscar Kapoya, pura armonía y efectividad sobre las tablas—, a los que amenaza y agrede si es necesario. Moby Dick, gigantesca ballena de terrorífico color blanco, concentra en su robusta complexión los miedos, obsesiones y esperanzas del capitán Ahab, aquí encarnado por un José María Pou determinado y enorme desde cualquier ángulo que, tan pronto como en su primer monólogo, fija el tono general de la aventura.
No debe haber sido tarea baladí para Juan Cavestany condensar las ochocientas páginas de la novela de Melville en apenas ochenta minutos, eliminando líneas y párrafos sin descuidar las directrices vitales del relato. La adaptación, en cualquier caso, queda perfilada con un acertado montaje dirigido por Andrés Lima que se sustenta con brío en sus tres protagonistas (también, por momentos, narradores objetivos de la acción) y en una escenografía que se revela sobresaliente conforme avanza persecución del cetáceo alrededor del mundo. Las veladas proyecciones, el acompañamiento musical o los numerosos efectos sonoros, lumínicos y ventosos completan una puesta en escena que derrocha emotividad de proa a popa.
Moby Dick ha inaugurado la trigésimo sexta edición del Festival de Teatro de Málaga, que ofrecerá 90 funciones de 42 espectáculos diferentes hasta el 13 de febrero. El canto de amor póstumo que supone Señora de rojo sobre fondo gris, texto de Miguel Delibes protagonizado por José Sacristán, se podrá ver en el Cervantes hoy y mañana a partir de las 20:00 horas. Por su parte, Rafael Álvarez ‘El Brujo’ comparecerá el jueves 10 y el viernes 11 sobre el mismo escenario con La luz oscura, monólogo basado en la vida y obra de San Juan de la Cruz. La programación de la primer semana incluye asimismo representaciones de ¿Quién es el señor Schmitt? en el Cervantes; A secreto agravio, secreta venganza y Euria (Lluvia) en el Teatro Echegaray; Hambre en el Museo del Vino; y ¿A quién te llevarías a una isla desierta? en la sala Joaquín Eléjar. Para dar y tomar.