Midnight Sister es una de las formaciones más interesantes de las nacidas en los últimos cinco años y Painting The Roses es el título de su ya segundo álbum, que sigue a su notable debut de 2017 Saturn Over Sunset. La particularidad que hace fascinante a este dúo, compuesto por la cantante Juliana Giraffe y el multiinstrumentista de formación clásica Ari Balouzian, es el aire retro, exuberante y surrealista que siempre incorpora detalles inesperados, algo poco habitual en las recientes novedades discográficas. Con razón ellos mismos describieron su primer disco «verdadera música pop», si bien advertimos nada innovador, dada la querencia por los sonidos de los 60 y 70s que nos devuelve a la irrupción de bandas, a principios de los 90s, como Stereolab, Broadcast o incluso los Pizzicato Five.
La biografía de la etiqueta relata que el dúo ha trabajado en «moda, artes visuales, video y música para películas», y es bien cierto que todo el álbum está rodeado de un aire cinematográfico. Así, en Painting the Roses iniciamos un recorrido muy parecido al de un musical, y, sin sensación de acumulación artificial, de una gran variedad de estilos: del glam rock mezlado con tango (Doctor Says)- Giraffe viajó para visitar a su familia en Argentina y reconectó con esa parte del arte y la cultura -soul sedoso (Satellite), psicodelia pop al más puro estilo Foxygen (Foxes) – cruces de disco y pop (Sirens, Limousine) con reconocibles referencias a Earth Wind & Fire, R&B y disco (Escalators), cabaret y jazz noir (My elevator song) para culminar con pop clásico con arduos arreglos de cuerda que combina a Bacharach en la voz de Nico (Wednesday Baby, Painting the Roses, Songs for the Trees). Painting the Roses merece más de una escucha sosegada, porque sueles encuentras nuevos detalles dentro unos arreglos complejos, un minucioso cuidado en la producción que hoy en día es de agradecer.
