Con sólo 25 años, la compositora Laura Marling ha lanzado ya cinco discos, algo que en cualquier otra década podía resultar incluso hasta normal, pero hoy en día es una hazaña, especialmente en una carrera que comenzó hace ocho años. Su nuevo trabajo es, a primera escucha, menos acústico de lo que nos tiene acostumbrado, algo que podría resultar una contradicción si se tiene en cuenta que se muestra aún más introspectiva que en el resto de su obra anterior. Short movie fue el resultado de un año sabático de hastío existencial en Londres. Pero no nos cabe duda de que si hay alguien que no tendría que sentir un vacío en su vida debería ser ella. Si se dejara aconsejar por nuestra exhortación espiritual, le daríamos todas las respuestas: Short movie es un ejemplo impecable de que el camino emprendido es el correcto.
En Short movie surte efecto una especie de fragilidad robustecida gracias a una guitarra eléctrica que ha cobrado protagonismo, alcanzando momentos realmente vibrantes como en False hope. Su voz y fraseo, tan evocadores de la mejor Joni Mitchell, son más acentuados, y las letras aún más personales si cabe: «En caso de que te enamores de mí, tu amor se convierte en mi responsabilidad y nunca podré hacerte daño… ¿sabes lo difícil que es eso?» dice en Strange. Con esta nueva entrega, siempre dispuesta a sorprendernos, Laura Marling encarna y probablemente lidera la (joven) madurez del llamado renacimiento del folk-rock británico. Un álbum espléndido.
