[Reseña] Great Grandpa – Four of Arrows
Great Grandpa está compuesta por los compositores – marido y mujer- Pat y Carrie Goodwin , junto con el guitarrista principal Dylan Hanwright y el baterista Cam LeFlam,y al frente su carismática vocalista Alex Menne, un elemento fundamental para que hoy en día una formación destaque dentro del amplio espectro de las formaciones de indie rock actuales. Sin embargo, aun constatando la personalidad de su líder, con el notable y perceptible esfuerzo colectivo de Four of Arrows nos encontramos ante la esencia de un verdadero grupo.
A diferencia de su disco de debut, el segundo trabajo de la formación de Seattle supone una especie de cambio de rumbo, despojado de los bordes indie rock más cercanos al grunge, un giro creativo hacia la introspección en una experiencia musicalmente mucho más expansiva y ambiciosa. Con la ayuda del productor Mike Vernon Davis, habitual de Modest Mouse y el mayor protagonismo del piano y guitarra acústicos, las canciones en Four of Arrows tienden a cambiar el tempo, al mismo tiempo que recorren distintos estados de ánimo- de la angustia al consuelo- y sin perder de vista las preocupaciones generales.
«Me vuelvo ansiosa los fines de semana cuando siento que estoy perdiendo el tiempo / luego pienso en Tom Petty y en cómo escribió sus mejores canciones cuando tenía 39», canta Menne en Bloom. El álbum, en su mayor parte pop-punk, conjuga letras tristes incluso cuando la música se vuelve más jovial, como en Treat Jar, «No puedo ayudarte si no puedo ayudarme / vas a tener que prepararte tu propio café ahora». En esa paleta sonora- y aun siendo apreciable esa inevitable sensación de déjà vu de indie rock noventero- los giros inesperados son constantes y el ritmo serpentea incluso dentro de las propias canciones, retando la estructura tradicional de la canción. «Solo tienes que seguir aguantando y no pasará mucho tiempo, no dejes que la vida tome tu arduo trabajo» consuela Menne en una de las mejores piezas, Human Condition. Según la propia banda, este álbum es el resultado de un período de descanso e introspección. Y, al igual que su símbolo en el tarot, Four of Arrows parece ofrecer un respiro de las batallas en la vida, una paz que puede ser temporal, pero que debe ser apreciada mientras dura.
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