Fran Perea volvía a Málaga tras presentar para Factoría Echegaray en junio Souvenir, su primera pieza como director teatral. En esta ocasión lo hacía dentro del plantel de El ciclista utópico, comedia grisácea dirigida por Yayo Cáceres en la que comparte protagonismo con Fernando Soto. El texto de Alberto de Casso se alzó con el Premio de Literatura Dramática de Valladolid en 2014, y cuenta en labores de producción con el Teatro Calderón, Emilia Yagüe Producciones y Feelgood Teatro, compañía a la que pertenece Perea. El punto de partida presenta a su personaje, Manuel, irreprochable maestro rural, golpeando la bici del tosco Acebal por accidente. El contratiempo establecerá una relación entre ambos que se irá retorciendo y ensombreciendo hasta límites excepcionales.
Pese al insistente pedaleo en forma de incansables diálogos y un notable trabajo interpretativo —secundado por un estupendo aprovechamiento del diseño escénico elaborado por Carolina González—, el resultado es una etapa sin escapadas, adelantamientos ni subidas de montaña; de hecho, ambos personajes apenas se mueven de sus casillas iniciales. Manuel se muestra irritante e irritado, obligado a mantener un vínculo con alguien a quien encuentra repulsivo y amenazante para su insignificante vida dibujada con escuadra y cartabón. Por su parte, Acebal no ceja en su empeño de introducirse en la biografía de Manuel, mostrándose invasivo y desagradable. El choque se salda con escenas reiterativas —lo recto y ordenado frente a una campechana desfachatez— a las que tampoco ayuda un humor actualmente generalizado y normalizado en gran parte de la producción cinematográfica y televisiva de nuestro país. Es en los minutos finales, casi en el descuento, cuando el montaje intenta virar en su búsqueda por clarificar un mensaje difuso al que hemos perdido el rastro y, lo que es peor, tal vez ni nos interese ya descifrar.
Las dos funciones de El ciclista utópico presentadas en el Teatro Cervantes han estado dedicadas al escritor, dramaturgo y cineasta malagueño Nacho Albert, que fallecía a los 43 años el pasado 4 de octubre bajo circunstancias que aún están siendo investigadas.
