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[Reseña] Dry Cleaning – Stumpwork

En la reseña que hacíamos el pasado año del aclamado álbum debut de larga duración en 2021 del cuarteto de avant-pop del Reino Unido Dry Cleaning -que, a pesar de su aspereza, en su primera semana se ubicó en el número 4 en las listas de álbumes del Reino Unido- considerábamos que aquel trabajo podría haber sido tedioso si no fuera porque su abanico de sonidos se había amplificado desde sus primeros eps. También hicimos mención a que sería el tiempo el que determinase si el uso- o abuso- del sprechgesang – la técnica vocal que emplea más el habla que el canto- se convertiría en su seña de identidad definitiva o un escollo para su progreso.

Tampoco ha sido necesario esperar mucho tiempo. De hecho, el cuarteto formado por Florence Shaw, Nick Buxton, Tom Dowse y Lewis Maynard ha regresado a los mismos Rockfield Studios para trabajar una vez más con John Parish en este segundo, Stumpwork. Con él, el grupo ha dado un paso más en su línea de composición. Un álbum en el que gran parte de las canciones estaban ya dibujadas al tiempo de lanzar su primer largo, el ritmo de las mismas gana en optimismo, con el protagonismo recurrente de la recitación de Florence Shaw acompañada del acompañamiento nervioso de guitarras, en su mayor medida jangle-pop (Kwenchy, Gary Ashby). En ese sentido es un disco, en su continuidad, más aperturista dentro de la corriente post punk británica en la que el grupo se le ha encuadrado, con un abanico mayor de instrumentos, sobre todo trompetas, flautas y los sintetizadores.

Esta circunstancia tampoco significa que el grupo haya cedido a “presiones” y su nuevo trabajo sea más accesible. Si no has podido encajar en los ritmos frenéticos, la voz indolente y las letras crípticas  – muchas de estas últimas improvisadas en la propia grabación- de Florence Shaw, probablemente esta no se convertirá en una segunda oportunidad. Es verdad que Shaw incluso canta, más que recita, de manera excepcional, en canciones como Don’t Press Me o Conservative Hell, y que incluso puedes encontrar nuevas rutas que el grupo no había explorado. Si Stumpwork sigue siendo un disco complejo, a menudos caótico, elusivo a la melodía y donde no siempre los inquietantes acertijos en las letras calarán en el oyente, no hay que dejar de admirar la continua sed de experimentación de la formación, con una versatilidad cada vez más acusada, que seguro continuará deparando grandes sorpresas en el futuro.

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