Desnudos se presentaron Band of Horses en el legendario Ryman Auditorium de Nashville. Apartaron durante unas semanas todos los artificios que han hecho de su música algo importante para mucha gente y dejaron al descubierto un esqueleto formado únicamente de guitarras, piano y voces. Consiguen así llegar al fondo de unas composiciones que, suponemos, nacen de las misma manera, en su expresión mínima y más auténtica. Frente a un público entregado -no es una frase hecha, ya escucharán-, los de Seattle desmenuzan en directo un repertorio alejado de lo evidente. Ben Bridwell brinda momentos excepcionales como voz principal en Slow cruel hand of time o Detlef Schrempf, y disuelta entre la de sus compañeros dentro de una Neighbor prácticamente a capella. Al quedarse en pelotas también nos muestran que las raíces de su música están bien cimentadas en un pop, folk y hasta country de corte clásico, combinación bien servida aquí en Everything´s gonna be undone y Factory. Se nos hacen demasiado cortas estas diez canciones: es lo único dañino que podemos escribir sobre este Acoustic at The Ryman.
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