Blue Rev es el primer lanzamiento de larga duración de la banda canadiense Alvvays en más de cinco años, lo cual actualmente podría parecer una eternidad para una banda todavía no consolidada. Un proceso que no sólo ha tenido que ver con la pandemia ni con la búsqueda de nuevos horizontes, sino una serie de catastróficas desdichas como que a la cantante Molly Rankin le robaron su apartamento y le robaron una serie de demos, solo un día antes de que una inundación en el sótano casi destruyera el equipo de la banda. Y a todo esto hay que añadir una nueva sección rítmica compuesta por el baterista Sheridan Riley y la bajista Abbey Blackwel que también tuvo problemas para atravesar los cierres fronterizos. Alvvays recurrió al célebre productor y compañero canadiense Shawn Everett, quien les dio el empuje definitivo para que la banda grabara en vivo las canciones con esa sección rítmica nueva y enérgica.
Blue Rev, llamado así por la bebida alcohólica azucarada que Rankin y MacLellan solían beber cuando eran adolescentes en la zona rural de Cape Breton, el tercer álbum de estudio de la formación canadiense, no supone un punto de ruptura en relación a su discografía anterior. En todo caso, el quinteto mantiene en toda su pureza su mezcla de indie rock, dream pop y shoegaze, pero tienen una particularidad que pocas bandas de su estilo- que las hay, y muchas- pueden hacer: Rankin y su coautor, el guitarrista Alec O’Hanley, escriben melodías inmediatamente familiares a primera escucha- un placentero «déjà écouté»– aunque los detalles y la complejidad se comprueban posteriormente. Además, la teclista Kerri MacLellan se unió a ambos para escribir más esta vez, reforzando la búsqueda colectiva de la banda para romper patrones escuchados en sus dos primeros álbumes, y este apoyo es espléndido en sus canciones más dream pop como Bored in Control o especialmente en la excelente Tired by Tile (“Estoy aquí nadando en la dirección equivocada / Nunca debería haberlo llamado amor”). En Blue Rev se mantienen ciertas querencias por el gothic pop de los 80s, como la primera discografía de los añorados All About Eve (Pressed, Velveteen) salpicado de guiños a Tom Verlaine de la legendaria banda post-punk Television (“que cuando te alejes va a ser para bien Eras mi Tom Verlaine Solo sentado en el capó”), el personaje de Angela Lansbury en en la serie Murder, She Wrote (After the earthquake) o en el gran éxito Heaven Is A Place On Earth de Belinda Carlisle de 1987 (“Belinda dice que el cielo es un lugar en la tierra. Bueno, también lo es el infierno”). Con Blue Rev, Alvvays han superado el reto de componer un álbum heterogéneo -es posible que para otros esto signifique falta de cohesión- pero sin perder su seña de identidad.
