¿Nunca segundas temporadas fueron mejores? De momento ya hay quien contradice esta afirmación. Alguna de las series destacadas estrenadas el pasado año como la comedia Orange is the New Black, la serie de la BBC de zombies In the Flesh o incluso la precuela de El silencio de los corderos, Hannibal, ya han cosechado buenas críticas en su rentrée primaveral de 2014.
Otra de las que regresan con energía es la que estrena esta semana, la segunda temporada de una de nuestras series favoritas del pasado año, Rectify. El argumento es muy sencillo: Daniel Holden, tras pasar 19 años de su vida en el corredor de la muerte a la espera de la silla eléctrica, una nueva evidencia de ADN anula el juicio que le había condenado. Vuelve a su ciudad natal, en Paulie, en un pueblo en el que todo el mundo se conoce, para empezar una vida que abandonó cuanto apenas tenía 20 años, a recuperar lentamente una libertad con la que todo el mundo no está de acuerdo, ya que la mayor parte le sigue considerando culpable del homicidio.
Entertainment Weekly destaca que la serie, en esta segunda temporada de diez capítulos, es «una meditación absorbente sobre las complejidades de la redención». Variety apunta que «el creador de la serie Ray McKinnon logra incorporar diversos elementos relacionados con el drama serializado en la narrativa (como el sheriff local, interpretado por JD Evermore, la investigación de la paliza), mientras inyecta la serie con cualidades poéticas, ayudado inmensamente por la exquisita actuación de Aden Young». Es cierto que, aunque tiene intriga, como destaca Denver Post, no es una serie para los que busquen acción permanente. En ese caso, «Rectify es una mala elección. Pero si quiere cine bien hecho, una espléndida actuación y cómo evoluciona un personaje, es su serie».
