Primavera Sound 2006 (Barcelona, Junio 2006) Parte II
Viernes 2 de junio:
Final Fantasy
El canadiense Owen Pallett (actualmente violinista de Arcade fire) ofreció un concierto exquisito a primera hora de la tarde. El compositor apareció tan sólo con su violín conectado a unos cuantos pedales, que iban creando armonías a medida que el artista tocaba cada línea melódica que grababa para luego reproducirla en bucle a lo largo de todo el tema. Todo esto unido a la voz de Owen, presente en casi todas sus piezas y que empastaba a la perfección con la parte instrumental, hacía que canciones como Please please please o Many lives se desplegaran como si de una orquesta se tratase. Por si eso fuera poco, una acompañante de Owen iba hilando pequeñas historias a base de transparencias, hechas con sencillos dibujos, proyectadas en el escenario del Auditori. El resultado: un auténtico espectáculo audiovisual creado a base de temas de cuerda y voz muy trabajados y con una técnica instrumental perfecta. Ana F.
José González
José González
Quien conociese a este autor sabía que lo más probable sería encontrarse ante una actuación de una guitarra y una voz. Y así fue: José González tocó los temas de su trabajo Veneer (Imperial Records, 2003), con un directo prácticamente exacto al sonido del álbum. La canción estrella, Heartbeats, fue la más aplaudida, aunque también tuvieron una buena acogida Crosses, Hints o Lovestain que calaron bastante en el público del Auditori. Esa tarde resultó una ocasión perfecta para comprobar que este artista tiene un muy buen directo, y aunque el concierto resultara un poco frío -poca comunicación entre el artista y su audiencia-, desde luego que como músico y compositor José González se merece la mejor de las críticas. Ana F.
South San Gabriel
South San Gabriel
El grupo alternativo de Centro-Matic también tuvo su propia actuación en el festival. El de South San Gabriel fue un concierto íntimo, con todos los miembros del grupo sentados interpretando medios tiempos y atmósferas cálidas. Will Johnson jugaba con las melodías de sus canciones y añadía alguna improvisación vocal que enriquecía aún más sus composiciones. Temas como In the dark of the garage o Charred resentment the same sonaron francamente bien, con una instrumentación basada en batería y guitarras suaves, algún sintetizador rítmico y melodías de violín tocadas por el mismo teclista. Fue un concierto muy tranquilo (lógico, teniendo en cuenta que este grupo se formó para tocar piezas más relajadas que no encajaban del todo con el estilo de Centro-Matic) y con un público muy atento; perfecto para los que siguen los proyectos musicales de Will Johnson, aunque quizá llegara a pecar de monótono para aquellos que no lo conocían de antes. Ana F.
Yeah Yeah Yeahs
Yeah Yeah Yeahs
La actuación de los Yeah Yeah Yeahs fue por la tarde y demasiado temprano. Aún con el sol calentando, el trío americano, más un colaborador ocasional en algunos temas, destacó por su contundencia. Karen O y los suyos (la vocalista con un vestido con los colores de la señera catalana) no defraudaron y su fuerza consiguió que hasta Wayne Coyne, cantante de los Flaming Lips, se acercara a ver el concierto. Interpretaron muchos de los temas de su nuevo trabajo, Show your bones (2006, Interescope), del que sonaron Honeybear, Gold lion, Phenomena o Fancy, entre otros. También rescataron algunas de las canciones de su brillante primer disco como Tick, Black tongue y su mejor tema para un servidor y el favorito del grupo (según ellos), que no es otro que Maps. Un concierto a gran nivel, en el que no sólo destacó Karen O, ya que el batería, Brian Chase, demostró sus dotes con las baquetas. Aunque estamos seguros de que hubieran brillado mucho más en la oscuridad de la noche. Sergi Serrano
Drive-by Truckers
Drive-by Truckers
Petterson Hood, el personaje más visible de Drive-by Truckers, es una mezcla entrañable entre Peter Jackson y Wayne Coine. No para de sonreír y contagia su alegría y ganas al público. Al grupo da gusto verlos tocar y cantar… menos a la bajista, agazapada junto a la batería y con poco que mostrar. Presentaron, sobre todo, temas de su nuevo trabajo A blessing and a curse (algo inferior a los anteriores) como Feb 14 y Gravity’s gone y del anterior The dirty south (New West, 2004). Uno de los mejores conciertos de rock de este Primavera Sound. Francisco J. Fdez.
Richard Hawley
Richard Hawley
El de Richard Hawley era uno de los conciertos que más me hubiera gustado poder disfrutar en el Auditorio, por eso del tipo de música (ideal para deleitarse con los arreglos, la profunda voz, las guitarras del más allá…). Pero Hawley en directo no sólo se muestra como uno de los mejores crooners de la actualidad, sino también como un tipo que lleva el rock and roll en las venas. Sólo había que verlo en Still in my mind, donde hizo un amago de bailecito de caderas al más puro estilo Elvis, o en temas que finalizaban con explosiones guitarreras que, francamente, no me esperaba. Vamos, que tampoco estaba mal la cosa al aire libre. Sonaron muchos de sus mejores temas (Something is…!, Coles corner o The ocean, este último uno de los más aplaudidos de la noche) aunque faltó la preciosa Baby you’re my light. Una pena que, entre canción y canción, se escuchara a un volumen exagerado la música del escenario Ya.com, lo que tampoco gustó mucho al cantante (tal vez de ahí esa furia desatada en algunos pasajes del concierto). Francisco J. Fdez.
Sleater-Kinney
Sleater-Kinney
En el escenario Rockdelux pudimos ver por primera vez (¿acaso también la última? ¡Oh, se separan!) a las muy guerrilleras Sleater-Kinney. El trío americano presentaba su último disco, el alabado por la crítica The woods (Subpop, 2005). De este álbum sonaron algunas canciones como Jumpers, Entertain, The fox o Rollercoaster, aunque también nos brindaron algún que otro tema antiguo como Sympathy, del disco One beat (Kill Rock Stars, 2002). Carrie Brownstein, Corin Tucker y Janet Weiss se entregaron a fondo para sonar como auténticas diosas del rock. Sin duda éste fue uno de los grandes conciertos que pudimos presenciar en esta edición del Primavera Sound. Y eso que muchos ya estaban haciendo cola para ver a los Flaming Lips… Sergi Serrano
The Flaming Lips
The Flaming Lips
Wayne Coyne y los suyos desembarcaron en el Primavera Sound con toda su parafernalia habitual: globos gigantes, serpentinas, cañones de confeti, luces, pantalla gigante, papanoeles en el lado derecho del escenario y alienígenas (la mayoría féminas) en el lado izquierdo y los técnicos vestidos de superhéroes. Todo ello mezclado y pasado por la batidora, parecido a un circo musical. Para no aburrirse.
Race for the prize es quizás la mejor canción para abrir un concierto y los Flaming Lips lo saben: es una bomba de alegría y con un ritmo frenético que capturó al publico presente al instante. Hasta nos agradecieron que cantáramos los coros de la canción, según ellos era la primera vez que les pasaba. Poco después empezaron a presentar los temas de su último trabajo discográfico At war with the Mystics (Warner, 2006) como Free radicals, Yeah yeah yeah song -que gana muchísimo más en directo- o Vein of stars, con toda la pantalla llena de estrellas. Aunque no faltaron temazos antiguos como un espectacular Yoshimi battles the pink robots, el antiguo She don’t use jelly con imágenes de la banda en sus inicios o el perfecto Do you realize final -que ya se ha convertido en himno- con el que cerraron antes del bis. Este fue la versión de Black Sabbath, War pigs que, reconozcámoslo, supo a poco.
The Flaming Lips
Uno de los mejores show-conciertos del festival, los Flaming Lips que se preocupan más por el espectáculo que por la voz de Wayne, que cada vez está más deteriorada. ¿Una cosa compensa la otra? Creemos que si: un concierto se puede convertir en fiesta con un poco de su magia. Somos fans de su confeti.
Fotos: Sergi Serrano