Patrick Watson- Wooden Arms
Close to paradise, el segundo disco del canadiense Patrick Watson, se hizo con el premio principal de la música de su país, el Polaris, frente a álbumes con más opciones como los de The Besnard Lakes, Arcade Fire o Feist, para sorpresa de muchos e indiferencia de otros, como fue en mi caso, ya que su escucha no me reveló nada extraordinario.
Su tercer trabajo, Wooden Arms, en el sello Secret City, es afortunadamente menos directo que su predecesor, más maduro, seguramente influido por las distintas conexiones establecidas durante su gira, con todo tipo de lugares, y la impronta que pueden haberle dejado otras bandas. En su búsqueda de un sonido propio, el grupo se procuró instrumentos alternativos -ahora más bien diríamos instrumentos para épocas de crisis- como ollas de cocina usadas para la percusión, cajones, émbolos, megáfonos e incluso una bicicleta. De esa forma, las primeras canciones del disco resultan agradables, y de hecho la preciosa Tracy´s waters podría ser una de mis candidatas a canción del año, con esa peculiar percusión inicial que mencionaba, y la incorporación progresiva del resto de instrumentos.
La calidad se mantiene con la perfecta conjunción de piano y percusión de Beijing, pero el disco pierde fuelle en las siguientes canciones, levantando el vuelo, nunca mejor dicho, con la bonita Big bird in a small cage, interpretada junto a Katie Moore, pese a que la idea inicial era cantarla junto a Dolly Parton. También escribió Where the wild things are para enviársela al director de cine Spike Jonze, que se encontraba realizando la adaptación de la novela infantil de Maurice Sendak Donde viven los monstruos, con la posibilidad de incluirla en la banda sonora del film. Finalmente, con la canción más indie rock, Machinery of the heavens, se cierra un disco al que aún le falta cierto empaque para estar a la altura de las grandes referencias de músicos afines como Devendra Banhart o Andrew Bird.
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