Nacho Vegas (FNAC Callao, Madrid, 14-02-2011)
Creo que nunca antes se había promocionado un disco de Nacho Vegas como se ha hecho con La zona sucia (Marxophone, 2011). El quinto trabajo del que hace años fuera componente de Manta Ray se puso a la venta el pasado día catorce en una no intencionada y graciosa maniobra comercial. Algunos afortunados -unos más que otros, aún nos preguntamos la causa- pudieron asistir a un pequeño aperitivo («Vamos a tocar una pocas canciones… muy pocas, porque quiero llegar a casa para ver El gato al agua», anunciaba entre risas de la audiencia el protagonista de la noche) de una gira que cuenta con algunas fechas para las que ya se han vendido todas las entradas.
Acompañado de Abraham Boba al piano, el asturiano interpretó algunos temas incluidos en su nuevo álbum, a saber: Cuando te canses de mí, Reloj sin manecillas, Perplejidad y Cosas que no hay que contar. Para el epílogo dejó La gran broma final, probablemente la mejor criatura parida de su ruptura con una Christina Rosenvinge que, a escasos metros, era testigo de los restos del naufragio. Como introducción al acto se presentó el vídeo que ha realizado Jonás Trueba para dicha canción: una suerte de collage cinematográfico donde se funden escenas emblemáticas de películas como Freaks, Amanecer, La ventana indiscreta o Un verano con Mónica, junto con planos de un Nacho Vegas siempre en movimiento.
La zona sucia puede que se muestre instrumentalmente más soleado al apoyarse en ciertos coros juveniles, pianos por doquier y algún escarceo luminoso -ahí está el estribillo de Reloj sin manecillas o el menú de las brujas a base de leche y galletas-, pero no se engañen: el resto es el paseo habitual con el abismo siempre presente; aunque en esta ocasión, eso es verdad, el corazón haya eclipsado casi por completo a la química. Cosas del desamor.
Foto: altafidelidad.org
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