Nacho Umbert y La Compañía – «Ay…»
Cuando uno empieza escuchando las dos primeras canciones (Cien hombres ni uno más y Colorete y quitasueño) de este disco, que supone el regreso a los estudios de grabación de Nacho Umbert tras la disolución de Paperhouse -cuyo álbum Adiós (1996) incluía piezas señeras como Capitán Soledad-, ya podemos avanzar que existen muy pocas probabilidades de que defraude.
Gracias a ese recitado tan personal del músico, sin apenas margen de respiración, acompañado de letras memorables (“La verdad es que me da igual… o puede que no«) y de la mano maestra de Raúl Fernández “Refree” en la producción, arreglos, piano, e instrumentos , el álbum fluye por sí solo sin tener que cambiar la aguja. Con un estilo que se asemeja a un cruce entre John Martyn y Joao Gilberto, el músico, sin embargo, aseguraba en la promoción del pasado año que “yo no soy músico, pero Acuarela no lo sabe y me publica un disco”. Pues, de ser así, pocas veces encontraremos casos como éste en los que el intrusismo debería estar incentivado.