El cineasta, precursor de la ‘nouvelle vague’, fallece a los 80 años.
Apenas pocos meses del fallecimiento de Eric Rohmer, acaba de morir otro de los principales representantes de la ‘nouvelle vague’ francesa junto a Godard y Truffaut. El cineasta comenzó su andadura profesional como crítico en «Cahiers de Cinema», donde hacía unos estudios reivindicativos sobre un entoces infravalorado Hitchcock, de quien tomó muchas referencias para sus obras cinematográficas.
Debutó con Le Beau Serge (1959, premio Jean Vigo) y le sigue Los primos, con la que consigue el Oso de Oro en el Festival de Berlín. Llegaron después Una doble Vida (1959), con la que su protagonista, Madeleine Robinson obtiene la Copa Volpi a la interpretación femenina en la Mostra de Venecia y Les bonnes Femmes (1960).
Posteriormente, realizó de una a dos película al año: Les bonnes femmes (1960); Les Godelureaux (1960); Les sept peches capitaux (1961); L’oeil du malin (1962); Ophelia (1962); y Landru (1962). Una de sus películas más celebradas de esta época es Le Boucher (El carnicero, 1970), considerada por algunos como una segunda versión de Sospecha de Hitchcock. Los premios no le volvieron a llegar hasta 1989 con Une affaire de femmes y La cérémonie (1996) protagonizadas ambas por la gran actriz- y musa del director- Isabelle Huppert, y, sobre todo, más tarde con Rien ne va plus (1997), Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y uno de sus mejores films.
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