La película de la semana: Miles Ahead
En el año del 90 aniversario del nacimiento de Miles Davis, se estrena la película de Don Cheadle sobre una de las grandes figuras del jazz del siglo XX.
Cuando Miles Davis pasó a formar parte del Salón de la Fama del Rock and Roll, el 13 de marzo de 2006, el sobrino del trompetista-que murió en 1991 a los 65 años- dijo que se haría una película sobre Miles y que Don Cheadle sería el protagonista… Dicho ésto, le trasladó la invitación al actor. Cheadle – probablmente nada sorprendido- aceptó de inmediato el reto y comenzó una investigación laboriosa, no complicada, porque ya de por sí era un gran admirador del músico. Al mismo tiempo, tuvo que aprender a tocar la trompeta y a meterse perfectamente en la piel de Miles Davis. Cheadle está en cada escena de la película, por lo que su preparación tuvo que ser meticulosa.
Una película que tuvo problemas de financiación y que motivó el retraso de su rodaje durante mucho tiempo «En realidad no fue malo utilizar una plataforma social para terminar la película» observa Cheadle «ya que Miles era alguien que hacía música social'». La financiación inicial, sin embargo, no fue el único obstáculo para el proyecto. Muchos de los compañeros de reparto, incluyendo Ewan McGregor, Michael Stuhlbarg y Emayatzy Corinealdi, tenían una disponibilidad limitada por otros compromisos. Todos esos contratiempos no impidieron que, finalmente, Miles Ahead saliese adelante.
La historia no es realmente un biopic- Cheadle nunca llama así su película- sino una foto fija en la trayectoria vital del músico: justo a mitad de los 70, el período de cinco años que pasa recluído, lleno de soledad, drogas y medicamentos, después de un matrimonio fracasado junto a una talentosa y bella bailarina. Ahí aparece la figura del periodista redentor de Rolling Stone -Dave Braden, interpretado por Ewan McGregor- y el origen del subtítulo de la película: «El arte como salvación». Según hemos leído en unos medios- desconocemos la veracidad de los datos- el proyecto de Cheadle no se hubiera podido llevar a cabo sin incorporar un personaje secundario blanco en la historia…
El hecho de que Cheadle no encare la cinta como biopic es el objeto de discusión más habitual para la crítica. Mientras que Rolling Stone valora que «al igual que Born to be blue, Miles Ahead es alérgico a todo lo que representa una película biográfica, sobre todo la psicología barata y el esfuerzo para atar una vida compleja con un lazo perfecto», sin embargo para Time Out New York «Cheadle es tan bueno como el críptico, espiral, conmovedor, herido y confiadamente franco Davis que uno se pregunta si una imagen biojazz más estructurada de forma tradicional, a lo Ray o Bird , podría haber sido mejor escaparate para lo que es, obviamente, un proyecto repleto de pasión». Además, otro de los reparos se refiere a la veracidad de la historia central, para lo cual The New York Times argumenta:«¿Es tan importante que Miles Ahead – con traqueteo de pistolas y persecución de coches incluidos – salió más de la imaginación de los realizadores que la vida de Davis? (El Sr. Cheadle comparte créditos con guión de Steven Baigelman.) Los puristas pueden aullar, pero también va a perder el placer y el punto de esta broma impresionista».