Melancolía: primeras impresiones
Se estrena esta semana en nuestro país Melancholia, del cineasta danés Lars Von Trier.
La trama parece suceder en una boda en una suntuosa casa en el campo que se ve atravesada por un suceso cósmico que despierta todo tipo de fenómenos meteorológicos y psicológicos: Melancholia es el nombre de un planeta 10 veces más grande que la Tierra, el cual no lo veíamos por estar escondido detrás del Sol, pero una vez que se hace visible se descubre que su órbita es por pasar cerca de nuestro planeta, según los científicos, pero la realidad es que va a colisionar contra nosotros.
El reparto está compuesto, entre otros, por Kristen Dunst (gran premio de interpretación femenina en Cannes), Kiefer Sutherland, Charlotte Gainsbourg, Charlotte Rampling y John Hurt.
Las críticas han sido en general positivas, aunque centrándose más en la impresión visual que en el contenido argumental o el mensaje: «Muchos momentos en Melancolía son dolorosamente divertidos. Otros son incluso difíciles de ver, pero nunca hubo un momento en que pensara en el tiempo o mi próxima película o me despreocupara por los personajes, ni nada tenía más interés que lo que estaba sucediendo en la pantalla». (Village Voice). Para The Observer, «en apariencia, se asemeja a la melancolía de Terrence Malick en El árbol de la vida, en su compromiso evidente con las grandes cuestiones espirituales y temas escatológicos, pero carece de la generosidad emocional de Malick». «Von Trier es una taladradora en la piel para muchos espectadores, y los infieles no se convertirán.Sin embargo, es un tipo de cine audaz, hermoso y delicado, y tal vez la combinación perfecta para «El Árbol de la Vida»…» (Empire). «Frente todo el desdén tirano que ha demostrado hacia otros cineastas en los últimos años, Von Trier vuelve a demostrar un dominio de la técnica clásica, la sabiduría al extraer actuaciones increíbles de su reparto, mientras sirve una mezcla sólida de naturalismo y asombrosos efectos visuales». (Variety). Para The Guardian «Melancolía es una película absurda en muchos sentidos, y sin embargo, sería obtuso no reconocerle destellos de inspiración visual». Enterntainment Weekly destaca que «el cineasta mezcla el romanticismo de la gran música de Wagner – específicamente el preludio famoso de Tristán e Isolda – con cinematografía de ensueño que funde mágicamente imagen y sonido».
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