El Proyecto Mavis surgió de la imaginación del músico y DJ británico Ashley Beedle cuando, junto a su compañero de fatigas Darren Morris, disfrutó una tarde de una sesión musical con la discografía de Mavis Staples and the Staples Singers. Fue tal la impresión que esa música les causó -desde la voz de la cantante hasta las letras, inspiradas en los movimientos de derechos civiles-, que les motivó para crear un álbum, en un principio instrumental. Para ello, partieron sobre todo de algunas piezas de la versión que Mavis Staples había hecho del hit de Burt Bacharach A house is not a home para su debut en solitario de 1969. Pero el hecho no quedó ahí, ya que progresivamente fueron añadiendo letras e incorporando voces de músicos a los que fueron convenciendo para que participasen en el proyecto.
El resultado es del todo variopinto y desigual. De todas las interpretaciones que asoman en el disco (Cerys Matthews, Sarah Crackner) destacan Revolution, que interpreta la también veterana Candy Staton, y What you looking for, a cargo de un soberbio John Turrell. Sin olvidar otras voces que se adaptan al estilo de manera ejemplar como las de Kurt Wagner, Ed Harcourt, apenas con acompañamiento de piano, o un recuperado Edwyn Collins, que cierra el disco con el optimista Feeling lucky.
