Repasamos la lista de libros más vendidos y alguna de las novedades de esta semana.
En la lista de ficcion encontramos que El sueño del celta (Alfaguara) la nueva novela del Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas LLosa, ya está en el primer puesto. La única novedad pertenece al flamante premio Planeta 2010, Eduardo Mendoza, con Riña de gatos. En no ficción entra La cocina de la salud (Planeta) de Adrián Ferrán / Valentín Fuster y en poesía encontramos tres novedades: Odas y sonetos (Hiperión) de John Keats, Las afueras (DVD) de Pablo García Casado y en el quinto puesto la Antología de Poetas románticos ingleses (Planeta Blacklist).
En cuanto a las novedades, El juramento de la pista del frontón (The tennis court oath) en Calambur editorial -traducción e introducción de Julio Mas Alcaraz-.John Ashbery (1927) es uno de los poetas vivos más reconocidos de los EE UU y probablemente el más influyente. El autor ha logrado un estatus difícil de igualar y es el primero que, además de ganar el Pulitzer, el premio Nacional y el premio de la Crítica, logra ver publicada su obra completa en vida por la Library of America.
El Juramento de la pista de frontón (JPF) es el libro más vanguardista y arriesgado de John Ashbery. Equivalente poético a Las señoritas de Avignon en pintura o la Fontaine de Duchamp en escultura, el poemario fue recibido por la crítica con la misma incomprensión y perplejidad que estas obras. Hoy en día, JPF es un texto de culto y es imposible entender las vanguardias poéticas de la segunda mitad del siglo XX sin esta pieza angular. En JPF, Ashbery desarrolla un nuevo lenguaje y un estilo fundacional de toda su producción futura e incluso de una nueva corriente poética (LANGUAGE). Jamás el neoyorquino ha vuelto a ir tan lejos en su experimentación y jamás un libro suyo ha sido tan controvertido e influyente a la vez. JPF es una prueba del virtuosismo técnico aplicado a la poesía postmoderna: por muy alejados que sitúe los elementos, por muy fragmentado que a veces sea su tono, por poco convencional que sea la forma en que se ordena el lenguaje, el poema termina mostrando una unicidad inexplicable, misteriosa y maravillosa, plenamente lírica.
Diarios en bicicleta (Mondadori) es un repaso por los paseos de David Byrne en bici por medio mundo, incluyendo el Nueva York en el que habita. Anécdotas, como cuando tuvo que pegar un frenazo para no atropellar en Manhattan al perro de Paris Hilton y a su ama, sus encuentros con Bob Gaskins, Dennis Austin y Peter Norvig, inventores del Powerpoint en la Universidad de Berkeley, la excursión al garaje en el que Bill Hewlett y Dave Packard idearon el embrión de HP o el «trip» a Cupertino, hogar de Apple.
Destacado músico, ocasional director de cine, artista multimedia, escritor, fotógrafo, presentador televisivo, David Byrne es además un prominente promotor del ciclismo urbano, cosa que queda de manifiesto en Diarios en bicicleta, una serie de crónicas hechas a la altura del sillín donde el ex líder de Talking Heads plasma su personal visión de una serie de ciudades vividas al particular ritmo y escala de la bicicleta. Alejado de las guías turísticas convencionales, Byrne es un viajero empedernido que un buen día descubrió que podía conocer el lado B de las ciudades con la ayuda de una bicicleta plegable, elemento que hoy lo acompaña en todas sus giras y que ha permitido que salga a la luz un conjunto de observaciones tremendamente lúcidas sobre la vida urbana de sitios tan disímiles como Estambul, Buenos Aires, Manila o Los Ángeles.
Byrne es un personaje dotado de un profundo sentido de la observación, y prueba de
ello es que tuvo la osadía de internarse por las caóticas calles de Estambul a bordo de su pequeño artefacto plegable. Y es que da justo en el clavo al decir que la poca masificación del ciclismo urbano pasa antes que nada por un tema de estatus, esa estúpida creencia que nos hace sentir superiores o inferiores de acuerdo a las cosas que tenemos, dónde vivimos, cómo nos vestimos y hasta cómo nos movilizamos.
«Como en muchos otros lugares, yo soy casi el único que anda en bicicleta. Una vez más, sospecho que el estatus puede ser una buena razón para explicar esto; andar en bicicleta implica pobreza en muchos países. Pedaleo en Las Vegas y me dicen que las únicas otras personas en bicicleta allí son aquellas que lo perdieron todo apostando. Ellos perdieron empleos, familias, casas y, supongo –el último insulto para un norteamericano– sus automóviles.» David Byrne
David Byrne nació en Escocia en 1952. Desde que en 1974 sacudiera la escena musical internacional con los Talking Heads, Byrne no ha dejado de mostrarse como paradigma del artista multidisciplinar. Moviéndose entre el clasicismo y la vanguardia, a través de la música, las artes plásticas y visuales o desde la blogosfera, Byrne es siempre apuesta de modernidad.
RBA conmemora el nacimiento del autor de Las criadas con la publicación de este volumen que mezcla el diario con la confesión y la crónica, donde se retrata a sí mismo y desarrolla sus ideas sobre la escritura, la homosexualidad, su paso por la cárcel, su historial delictivo y el erotismo del mal.
Cinco años después de escribir en prisión una de sus grandes obras, Santa María de las Flores (1944), Jean Genet, puesto en libertad por el indulto que propiciaron personalidades de la talla de Jean-Paul Sartre, Jean Cocteau y Pablo Picasso, narra su azarosa vida en Diario del ladrón -RBA-(1949), una autobiografía en la que relata su periplo de maleante y prostituto por toda Europa y en la que, como en todos sus escritos, subvierte el orden moral y santifica a los ladrones y a los criminales.
Errata naturae también conmemora el aniversario del nacimiento de Jean Genet con la publicación de dos volúmenes imprescindibles para comprender la obra del escritor francés: El enemigo declarado y Milagro de la rosa. Errata naturae publica por vez primera en castellano El enemigo declarado, este importante volumen recoge todos sus artículos, entrevistas, declaraciones, prefacios, manifiestos o discursos de 1964 a 1986. Tanto la originalidad de los planteamientos y enfoques, como el tono empleado por su autor convierten estos textos en una suerte de testamento ideológico y vital, verdadero corazón de la obra literaria de uno de los escritores más revolucionarios e innovadores del siglo xx. Su testimonio, sobre muchos problemas que siguen siendo hoy actuales, se alza sobre una extraña paradoja: Genet fue, sin duda, uno de los escritores más solitarios y apartados de la vida en sociedad y, al mismo tiempo, uno de los más comprometidos con la realidad de su época.
Tras casi dos décadas desaparecida de las librerías españolas, Errata naturae recupera Milagro de la rosa. Esta obra, segunda novela de Jean Genet, fue escrita en una celda de la mítica cárcel parisina de La Santé. Redactada clandestinamente en pedazos de papel robados de los talleres de esta prisión, destinados originalmente a la fabricación de bolsas, es una de las grandes novelas autobiográficas de la segunda mitad del siglo XX. En ella, el sexo y el amor son siempre extremos; y la violencia y la catástrofe aparecen siempre envueltas por el rito.
El amor, tan puro y extraño como esas flores que crecen en el fango, se eleva sobre las vivencias en cárceles y correccionales para convertir su lectura en una experiencia nueva y renovadora, donde la sordidez conforma la verdadera belleza literaria, mientras seguimos leyendo, seducidos y fascinados por esta historia de historias. Hermosa y demoledora, Milagro de la rosa anticipa en muchos de sus pasajes la contracultura europea y norteamericana que estaba por nacer: de la potencia descarnada de la poesía de Allen Ginsberg al humor provocador de Joe Orton; de las imágenes tortuosas de Fassbinder y el Nuevo Cine Alemán a la prosa carnal de Hanif Kureishi en Mi hermosa lavandería o Intimidad.
Jean Genet (París, 19 de diciembre de 1910 -15 de abril de 1986), es hijo de una joven prostituta que lo entrega a un hospicio. Desde los ocho a los diez años vive con la familia adoptiva de un carpintero de Morvan pero pronto se convierte en un ladrón y su adolescencia transcurre en las prisiones juveniles. Más tarde se prostituirá y, después de una breve estancia en el ejército francés -le expulsaron por sus relaciones homosexuales-, recorre Europa como vagabundo, maleante y chapero. En 1937 regresa a París y escribe en la cárcel el poema El condenado a muerte y la novela Santa María de las Flores. Gracias a la mediación de Jean -Paul Sartre, Jean Cocteau, Picasso y otras figuras relevantes del ámbito cultural, finalmente se le concede el indulto en 1948. En los últimos años de los 60 se acentúa su compromiso político y apoya a los estudiantes revolucionarios de Mayo del 68. También, en Estados Unidos, defiende a los Panteras Negras, y en 1970 viaja a los campos de refugiados en los territorios palestina y se entrevista con Yasir Arafat. La Academia Francesa le concede el Premio Nacional de Literatura en 1984, y en abril de 1986 muere por un traumatismo craneal.
Después de publicar Las flores del mal, de Baudelaire, y Poemas, de Verlaine,Nordica Libros completa con esta antología bilingüe la serie que ha dedicado a los poetas malditos. Tal vez Rimbaud sea «el gran maldito»; su vida y su obra han estado rodeadas de misterio, lo que ha agigantado su figura y es, sin duda, el poeta sobre el que más páginas se han escrito. La editorial ha escogido como título «El barco ebrio» porque creeque este poema es muy representativo de la obra y la vida de Rimbaud, tan alejadas ambas de las costumbres burguesas y de sus normas paralizantes, tan deseosas de infinito y de luz.
La tempestad bendijo mis desvelos marítimos.
¡Diez noches bailé, más ligero que un tapón de corcho,
sobre el oleaje, al que llaman eterno embrollador
de víctimas, sin añorar el necio ojo de los faros!
En esta ocasión, es la pintora Alicia Martínez quien ha entablado diálogo con el poeta y, así como la obra de Rimbaud es muy rica en matices y contrastes, también lo es la interpretación plástica de los poemas y las técnicas utilizadas por la ilustradora.
El pájaro espectador (Libros del Asteroide) de Wallace Stegner, traducción de Fernando González: Joe Allston es un agente literario jubilado que vive retirado en California junto a su mujer, Ruth; sin antepasados ni descendientes (sus padres y su único hijo murieron hace tiempo), se siente como un espectador que asiste al final de su vida. La llegada de la postal de una vieja amiga le obliga a volver sobre los diarios que escribió veinte años atrás cuando, durante unos meses, viajó con su mujer por Dinamarca para conocer el país del que era originaria su familia.
Ruth convence a su marido para que cada noche le lea un fragmento de esos diarios, y así van reviviendo lo sucedido durante aquel viaje, en especial la relación del matrimonio con la misteriosa aristócrata danesa Astrid Wredel-Krarup, que fue su anfitriona en Copenhague. El recuerdo de esa época despierta en ellos sentimientos y preguntas largamente postergados y les lleva a reflexionar sobre aspectos trascendentales de sus vidas. Al igual que en novelas anteriores, Stegner consigue retratar con precisión la multiplicidad de sensaciones y sentimientos que se agolpan en la madurez. El pájaro espectador mereció el National Book Award en 1977.
Bukowski-Schultheiss (La Cúpula) Matthias Schultheiss 3ª edición (23/11/2010).Tugurios, cerveza, putas de cien kilos y cucarachas.Trabajos de mierda, pensiones de mala muerte y peor vida.Tal vez la posibilidad de dar un pequeño golpe en alguna parte, algo que mejore esta situación. Quedarse quieto supondrá reventar, pero hace demasiado calor para moverse y el futuro parece estar siempre muy lejos. La escritura regada de alcohol de Charles Bukowski dio buena cuenta del mundo demente y sórdido del que todos formamos parte. Ahora, Matthias Shultheiss, uno de los más celebrados narradores de la historieta europea, lleva al cómic un buen puñado de sus relatos, que en el traslado no hacen más que amplificar el gran himno de la derrota.
Dexter. Ética y estética de un asesino en serie—Patricia Trapero Llobera, ed.—El 1 de octubre de 2006 se asomaba a las pequeñas pantallas Dexter Morgan. Dexter se nos presentaba como un analista forense de la Policía de Miami; sin embargo, algo le hacía especialmente particular: también era un asesino en serie. Por primera vez en las pantallas el personaje central de un argumento seriado era un psicópata que, desde su niñez, había sido adiestrado para ejercer bien su oficio. Este punto de partida ha sido utilizado por los guionistas de Showtime para construir una serie en la que la vida y las acciones de Dexter sirven para abordar las distintas facetas de su evolución personal en relación con su entorno. A partir de una combinación que va más allá del retrato de la cara oculta de un asesino en serie, Dexter se convertirá en un texto complejo con claras referencias a una sociedad violenta, postmoderna y globalizada.
Cada uno de los trabajos de Dexter: ética y estética de un asesino en serie desarrolla de manera transversal un aspecto particular de la producción televisiva. El acercamiento y/o transgresión de los modelos de la ficción criminal, la dramaturgia televisiva, la postmodernidad del personaje y su relación con otras manifestaciones culturales, el trabajo actoral, las características del psicópata y las aportaciones de los estudios de género e identitarias ofrecen una multiplicidad de perspectivas que combinan los estudios críticos televisivos con claves de lectura para los seguidores de Dexter. O para posibles nuevos espectadores de una serie que ya ha sido catalogada como de “de culto”. Patricio Trapero es doctora en Filología Hispánica por la Universidad de las Illes Balears. Sus líneas de investigación se centran en el concepto de dramaturgia aplicado al cine y a la televisión en sus elementos de relación con otras plataformas de transmisión de contenidos ficcionales. Colaboradores del volumen: Francisca Aguiló, Concepción Cascajosa, Marta Fernández, Martí Fons, Lucia Loureiro, Jordi Pallarés, José-Igor Prieto, Xavier Revert, Jaume Rosselló, Anna Tous y Nuria Vidal
«Chaplin nos cuenta en Mis andanzas por Europa (Evohe-El Periscopio)sus aventuras (que no desventuras) por Inglaterra, Francia y Alemania. Un viaje triunfal. Sus fans lo persiguieron tanto o más que en Estados Unidos. Los periodistas lo abrumaron, y hasta lo cabrearon, con sus impertinentes entrevistas y cegadores y continuos flashes. Se negó a que le presentaran a Bernard Shaw, por no caer en el tópico, pero intimó con H. G. Wells, que le impartió lecciones de socialismo más o menos utópico. Fue recibido en París como un Pétain después de Verdún. Visitó la Alemania de las cifras astronómicas de marcos impresas en cada billete, fruto de la escandalosa inflación que padeció el país del derrotado Káiser en la inmediata posguerra. Mis andanzas por Europa es un libro lleno de humor y de ironía, y de datos valiosísimos sobre los gustos de su autor. Sus memorables páginas están escritas en un estilo despojado y sencillo que no rehúye una exquisita hondura lírica, y que cautiva a quien se acerca a ellas, pues quien nos habla es Charlie Chaplin, uno de los cuatro o cinco nombres más relevantes del siglo XX y del cine mundial.» Luis Alberto de Cuenca.
Charles Spencer Chaplin (Londres, 1889-Corsier-sur-Vevey, 1977), conocido en todo el mundo por su emblemático personaje Charlot, fue un genial actor, director, guionista e incluso compositor de sus bandas sonoras. Sus padres, actores de existencia trágica (alcohólico él y recluida en un psiquiátrico ella), no pudieron ofrecerle más que una infancia de pobreza. Tras fallecer el padre y pasar por varios orfanatos, en 1907 Chaplin se unió al grupo teatral de FredKarno. En 1914 debutó en el cine y ya no paró. Charlot, un refinado vagabundo melancólico, de bigotito, sombrero bombín, ajados zapatones y delgado bastón, conquistó al público con la intensidad de sus emociones, su gran humanidad y compromiso y su ácida crítica. Tras el éxito de su primer largometraje, El chico (1921), Chaplin emprendió un viaje a sus raíces, al barrio de su infancia, al Kennington londinense que le vio crecer y mendigar. Este viaje le llevó también, tras su baño de masas en Gran Bretaña, a Francia y Alemania, y su relato constituye este My Trip Abroad. Rodó alrededor de 90 películas, verdaderas obras maestras como La quimera del oro (1925), Luces de la ciudad (1931), Tiempos modernos (1936), El gran dictador (1940), Monsieur Verdoux (1946) o Candilejas (1952). En 1971 recibió un Óscar a la totalidad de su obra.
Muy buena esta selección. Todo un descubrimiento para mí las inquietudes literarias (casi mejor comunicativas) del señor Byrne. Y qué decir de Genet, Rimbaud o Chaplin. Me apunto este de «El pájaro espectador», que vienen ahora unas fechas propicias…