Los libros de la semana
En el repaso de los libros más vendidos encontramos en el apartado de ficción dos novedades: Derecho natural (Seix Barral) de Ignacio Martínez De Pisón y Restos Mortales (Seix Barral) de Donna Leon, mientras que en no ficción destacan Aventuras Ibéricas (Ediciones B) de Ian Gibson y La conquista del cerebro (Blackie Books) de Daniel Tammet. En cuanto a las novedades, destacamos:
Los Sesenta (Alpha Decay) de Jenny Diski. Traducción de Marc García García. Ninguna otra década del siglo XX puede competir con la de los sesenta en carga simbólica y alcance mítico. Ni los locos años veinte, ni los turbulentos setenta que le siguieron han conseguido derribar a «la década prodigiosa» de su pedestal: fueron años de plena ebullición política, económica y cultural, y cualquiera que los viviera en primera persona admite que el mundo cambió, desde entonces, para siempre. Jenny Diski estuvo allí, en el epicentro del swinging London. Nacida en 1948, llegó a la adolescencia en la plenitud de la década, y participó del entusiasmo general: consumió drogas, descubrió la revolución sexual, compró la ropa de moda, salió de noche hasta el amanecer, vibró con la música, acudió a manifestaciones e incluso pagó las consecuencias de todo ello pasando un tiempo en una institución psiquiátrica. Los sesenta fueron convulsos, apasionantes, y quien no los viviera tendrá que conformarse con recuerdos y retratos de la época que palidecen ante la verdad. Pero, ¿cuál fue la verdad? Al cumplir sesenta años de vida, Jenny Diski decidió confrontar su edad con aquellos sesenta de su juventud para reexaminar así lo que ha quedado del mito, y lo que se ha ido borrando con el tiempo, para meditar una idea de la década muy diferente de la que se ha perpetuado con el paso de las generaciones. Más allá del recuerdo nostálgico, Diski afronta este texto como un ajuste de cuentas con los ideales y los comportamientos de la época. Para la autora, más que un periodo de revolución hacia un mundo mejor, los sesenta fueron el germen de la sociedad corrupta, individualista y desigual que emergió en los años ochenta: la contracultura fue, en el fondo, un movimiento errático que reforzó al poder establecido en vez de cuestionarlo. Con la máxima objetividad posible, y con un estilo preciso y esclarecedor, Diski consigue darle la vuelta a los sesenta como si fueran un calcetín, y logra aportar así una perspectiva tan provocadora como lúcida de un tiempo que, a diferencia de lo que nos han contado, no fue tan maravilloso como parece.
«Según Diski, los sesenta fueron más una ilusión que una revolución. La verdad es más prosaica, pero a la vez más interesante: aquel fue un periodo en el que, gracias al aumento de los ingresos, el fácil acceso a la educación y el capitalismo hipster, se produjo una explosión juvenil de entusiasmo que, como todos los movimientos juveniles, existió dentro de una burbuja, felizmente alejada de las complejidades de la vida adulta.» Los Angeles Times
El mundo resplandeciente (Siruela) de Margaret Cavendish. Traducción de María Antònia Martí Escayol.Tan extravagante como genial, Margaret Cavendish fue una de las figuras más singulares del siglo XVII, una mujer que osó aventurarse con éxito en las restringidas esferas de la política, las ciencias y las letras. El Mundo Resplandeciente, texto precursor en el campo de la ciencia ficción y la primera obra firmada por una mujer en toda Europa, es un originalísimo trabajo que incorpora además elementos propios de la filosofía utópica y de la novela de aventuras, y una lectura imprescindible para comprender la mentalidad de la época. Con una mirada moderna y subversiva, la autora desafía convenciones literarias, roles de género, divisiones religiosas y teorías científicas, convirtiendo así el fantástico viaje de una dama hasta una extraña tierra poblada por animales parlantes en todo un reto para la imaginación y el pensamiento contemporáneos.Por primera vez en español, una obra maestra imprescindible de la literatura inglesa del siglo XVII.
Ropa música chicos (Anagrama) de Viv Albertine. Como los viejos elepés, este libro tiene una cara A y una cara B. La primera podría titularse «Sexo, drogas y punk». La segunda, «Hay vida después del punk». Viv Albertine llega a Londres en 1958 con cuatro años, procedente de Sídney. Estas memorias arrancan con su infancia y adolescencia, entre descubrimientos musicales –John Lennon, los Kinks, Marc Bolan–, conciertos -–de los Stones, David Bowie…–, primeras escapadas –a Ámsterdam– y primeras experiencias adultas –con ladillas incorporadas–. A finales de los setenta, dos encuentros lo cambian todo: conoce a Mick Jones y descubre a Patti Smith. A partir de ahí, Viv se integra en la emergente escena punk y vive en primera línea aquellos años de revuelta, provocación y excesos: los Sex Pistols, Malcolm McLaren, Vivienne Westwood, los Clash, Sid Vicious y Johnny Thunders, la formación del grupo de chicas The Slits, en el que toca la guitarra, los locales míticos, el Soho, con sus cines porno y sus clubs, los conciertos salvajes, la heroína, las peleas con skinheads, el descubrimiento del free jazz y la gira a la que invitan a Don Cherry…, hasta que a principios de los ochenta su banda se disuelve. Arranca entonces la cara B, con la necesidad de reinventarse, el interés por el cine, un aborto, una hija, el cáncer de cuello de útero, el divorcio tras un largo matrimonio y su nueva situación como mujer madura, tema al que dedica una canción: «Confessions of a MILF». Escrito con una viveza y una sinceridad arrolladoras, el libro es ante todo una valiosísima crónica de primera mano de la efervescencia punk. Pero es también el relato de una época turbulenta y vibrante, y un libro sobre los retos de la madurez y la necesidad de buscar nuevos caminos en el ámbito artístico y personal.
«Viv fue fabulosa, excitante, cool e indiscutiblemente esencial para la historia del punk desde el principio. Su libro, un recuento de amor, caos y reflexión a cargo de una testigo ocular, es un parte tronchagéneros y destrozaguitarras desde el frente radical» (Thurston Moore). «Un libro brutalmente honesto sobre la sangre, las vísceras, el sudor y las lágrimas necesarios para convertirse en mujer en los años setenta. No hay que ser fan de las Slits o del punk para que te atrape» (Helen Brown, The Telegraph).
Cazadores de nazis (Turner) de Andrew Nagorski. Han pasado más de setenta años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y la era de los cazadores de nazis está llegando a su fin de forma natural. Ahora es el momento de contar la historia completa de los hombres y mujeres que han dedicado su vida a seguirles el rastro a los asesinos del Tercer Reich. Un rastro que ha recorrido el mundo entero, con frecuentes paradas en Sudamérica, donde parte de los criminales más conspicuos encontraron refugio en la posguerra.
La historia empieza con los primeros juicios de Núremberg, recorre los procesos al comandante de Auschwitz Rudolf Höss, a «la perra de Buchenwald» Ilse Koch o al científico Arthur Rudolph, pasando por casos más dignos de una novela como el de la muerte del aviador Herbert Cukurs a cargo de un escuadrón del Mosad o la larga y accidentada búsqueda de Joseph Mengele, «el Ángel de la Muerte» de Auschwitz.
¿Justicia o venganza? La historia de los cazadores de nazis se ha debatido siempre entre estos dos polos. Y los perfiles de Simon Wiesenthal o del matrimonio Klarsfeld, junto a los de los jueces más destacados de estos grandes procesos, cuentan una historia a menudo intensamente personal, sin precedentes en los anales de la humanidad, y que cambiaría para siempre nuestra idea del bien y del mal.