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Los 80 años de Paul McCartney

El músico figura el el Libro Guinness de los récord como el cantante/compositor más exitoso en la historia de la música pop, con 60 discos de oro y ventas que superan los 100 millones de sencillos en Reino Unido.

Tras las disolución de los Beatles,McCartney se instaló en un retiro rural en Sussex, Inglaterra, y se dedicó principalmente a su nueva familia. Another Me se convirtió en su primer single y el previsible primer gran éxito en solitario de Paul McCartney, nº2 en Reino Unido, pero fue aun mayor su acogida en España, donde alcanzó el número uno en julio de 1971, seguido de Eat at Home del álbum RAM, un single – y una de las favoritas de Lennon- que fue además top 5 en nuestro país cuando ni siquiera se había publicado en dicho formato en Reino Unido. Hoy en día, Ram es considerado uno de los mejores álbumes en solitario de McCartney. También ha sido reconocido como uno de los primeros álbumes de indie pop.

McCartney tenía en España unos admiradores fieles. Sus primeros singles con Wings funcionaron también aún mejor aquí que en su propio país, tanto el polémico Give Ireland Back to the Irish-de hecho logró su único nº1 junto Irlanda- como Mary Had a Little Lamb (#3, 1972) que apenas había alcanzado el top 10 en Reino Unido. Su flamante nueva banda- que completaba su esposa Linda McCartney en los teclados, el baterista de sesión Denny Seiwell y el exguitarrista de Moody Blues Denny Laine- encadenó en nuestro país éxito tras éxito durante toda la década de los 70s, un período en el que el músico de Liverpool no tuvo nada que envidiar su época dorada con los Beatles: Hi, hi, hi (#1, 1973), My love (#3, 1973), Live and let die (#8, 1974), Helen wheels (#2, 1974), Mrs. Vandebilt (#8, 1974), Jet (#13, 1974), Band on the Run (#15, 1974), Junior’s farm (#20, 1975), Listen to what the man said (#25, 1975), Letting go (#27, 1976), Silly Love Songs (#25, 1976), Mull of Kintyre/Girls school (#5, 1978), Goodnight tonight (#2, 1979) y Getting closer (#5, 1979). A mediados de esta prolífica década también escribió memorables canciones – aunque no demasiado conocidas- para amigos como Rod Stewart (Mine For Me, 1974) o Peggy Lee (Let’s Love, 1974).

Al comienzo de la gira japonesa de Wings por London Town, McCartney fue arrestado por posesión de marihuana y pasó 10 días en la cárcel antes de ser liberado sin cargos formales. Después de numerosos cambios de formación y el lanzamiento del álbum en solitario de McCartney de 1980, McCartney II (en el que él mismo tocó todos los instrumentos), Wings se disolvió.  Con la nueva década y la separación de Wings, McCartney quiso centrarse en su carrera en solitario donde podía dar rienda suelta a su creatividad, como el exitoso single Coming Up (#2 UK, #3 España), seguido de Waterfalls (#13 España), si bien fueron sus respectivos duetos- que pondría de moda de nuevo el fenómeno durante varios años- primero con Stevie Wonder (Ebony and Ivory, #1 España, EEUU, Reino Unido, 1982) y después con Michael Jackson (The Girl is Mine y Say say say #1 España, 1983) los que le llevarían de nuevo en lo más alto. A pesar del éxito de No more lonely nights (#5 España, 1984)- de la BSO de una película que fue un auténtico fracaso, Give My Regards to Broad Street– llegaron títulos menores como Spies like us (#17 ES, 1986) o Press (#23 ES, 1986), recordándose este como uno de los períodos más endebles de la carrera de McCartney. Curiosamente en las mismas sesiones de aquel Press to Play compuso Yvonne’s The One junto a Eric Stewart, de 10cc, considerada una de sus mejores canciones creadas durante estos años y que sólamente se llegaría a lanzar en el álbum de la citada banda Mirror, Mirror de 1995.

Sin embargo, McCartney no tardó en recuperar el tiempo perdido con el lanzamiento de Flowers in the Dirt (1989), que recibió las mejores críticas desde Tug of War, en coautoría en su mayor parte con Elvis Costello como el single My Brave Face (#13 ES, 1989). En aquellas sesiones el dúo también compuso grandes canciones como Veronica o So Like Candy,  que aparecerían en la discografía posterior de Costello. Durante los años 90 McCartney lanzó Off the Ground (1992) y, sobre todo, Flaming Pie (1997), otra fructífera alianza, esta vez con Jeff Lynne y Steve Miller, entre otros, que culminó en uno de sus mejores discos en solitario. El single Young Boy alcanzó el puesto No.3 en España- su mayor éxito en una década- y No. 19 en la lista de singles del Reino Unido, pero Flaming Pie contenía otras canciones memorables como Heaven on a Sunday o If you wanna. Sin embargo, 17 de abril de 1998, la vida de McCartney cambió para siempre cuando su esposa Linda murió de cáncer de mama.

«No pienso abrirle el paso a las nuevas generaciones de músicos. Si son mejores que yo se abrirán paso ellos solos, que se curren el camino como hemos hecho los demás».  Completamente reacio a vivir de las rentas, con el nuevo milenio llegaron discos bien recibidos como el doble álbum Driving Rain (2001), Chaos and Creation in the Backyard (2005), esta vez producido por Nigel Godrich, Memory Almost Full (2007), así como Kisses on the Bottom (2012), New (2013) y Egypt Station (2018), este último el primero de McCartney en 36 años en encabezar el Billboard 200, y el primero en debutar en el número uno. McCartney III, grabado durante la pandemia y lanzado completamente por sorpresa en 2020, fue su primer nº1 en Reino Unido desde Flowers in the Dirt.

«Siempre es muy difícil escoger las canciones favoritas, así que lo que hago es adivinar. Lo que me viene a la cabeza para The Beatles sería ‘Yesterday’; diría que fue un momento importante. Pero, de nuevo, mi voz interior dice: ‘¿Qué pasa con ‘Hey Jude’? ¿Qué pasa con ‘Let It Be’…?” Así que es una pregunta muy difícil de responder. Pero me decantaré por ‘Yesterday’. Para el período de Wings, elegiré ‘Band on the Run’, aunque recientemente escuché que la canción ‘Arrow Through Me’ realmente está recibiendo todo tipo de atención, ¡así que tal vez a los extraterrestres les gustaría eso! Siempre me gustó como canción, pero obviamente se ha reproducido en algún lugar recientemente y la gente se está volviendo loca con la transmisión. Ese es otro aspecto encantador de escribir canciones: haces algo y piensas que es su momento, y luego, años más tarde, se incluye en la banda sonora de una película o algo así y de repente hay una gran aceptación. Recuerdo que Blackbird estaba en la película Boss Baby, es una película de animación para niños, y los padres se me acercaban y me decían: ‘¿Sabes cuál es la canción tuya favorita de mi hijo? ¡Es ‘Blackbird’! Es genial que esta joven generación se esté metiendo en la canción. Lo escribí hace mucho tiempo y está resonando con ellos ahora, es bastante sorprendente y es muy gratificante«.

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