Los 50 años de la última actuación de los Beatles
Se cumplen 50 años del día que la banda hizo su último concierto, en la azotea de Apple Corps, en 3 Savile Row, Londres.
Después de publicar The White Album en 1968, los Beatles tuvieron la idea de hacer una película sobre su nuevo proceso creativo con un final distinto: un concierto con nuevas canciones tocadas ante una audiencia desprevenida. Los Beatles estaban en su «invierno de descontento» como lo describió Harrison en The Beatles Anthology. Harrison había regresado recientemente de visitar The Band y Bob Dylan en Woodstock, Nueva York, donde observó las sesiones de lo que se conoció como The Basement Tapes. Harrison accedió a regresar a la banda, pero con una condición: olvidar las largas sesiones mañaneras en Twickenham y, en cambio, trasladar la operación al nuevo local de Apple Records en el centro del distrito bancario de Londres.
Fue, además, también idea de Harrison la de invitar al músico Billy Preston, quien estaba en Londres, a las sesiones de grabación, algo que ayudó a aliviar las tensiones entre los demás miembros. Después de días de ensayos, los cinco decidieron que estaban listos para tocar en vivo. El día 29 de enero se anunció que la banda actuaría en la azotea del edificio Apple al día siguiente. Para ello contaron con el productor e ingeniero Glyn Johns con la ayuda de Alan Parsons, más tarde conocido por su exitoso proyecto musical. Cuando la banda subió al escenario- a la hora del almuerzo- era su primera actuación en vivo desde el final de su gira de 1966 en San Francisco. En un set de 42 minutos, se escuchó a los Beatles tocar nueve tomas de cinco canciones- Get Back, Dig A Pony, I’ve Got A Feeling, Don’t Let Me Down, y una de las primeras composiciones de John y Paul, One After 909– antes de que el Servicio de Policía Metropolitano les pidiera- tras ser llamados por los negocios del área- que desconectaran los equipos.
Hacía tanto frío en el techo del Apple Corps que, según Rolling Stone, Lennon tomó prestado el abrigo de piel de Yoko Ono y Ringo Starr tuvo que ponerse el impermeable rojo de su esposa Maureen. El concierto fue filmado por el veterano Michael Lindsay-Hogg- quien décadas después revelaría que era el hijo del famoso cineasta Orson Welles- que trajo un equipo de cámara para capturar varios ángulos de la actuación, incluidas las reacciones de la gente en la calle. Las imágenes de la actuación se usaron más tarde en la película documental de 1970, Let It Be. Paul McCartney improvisó la letra de su canción Get Back para reflejar la situación: «Has estado tocando en los tejados de nuevo, y sabes que a tu mamá no le gusta, ¡te van a arrestar!». El concierto llegó a su fin con la conclusión de Get Back, y la famosa declaración de John Lennon ,»Me gustaría dar las gracias en nombre del grupo y de nosotros mismos y espero que hayamos pasado la audición». El grupo continuaría a grabar un álbum más, Abbey Road, pero en septiembre de 1969- tras la decisión de Lennon de abandonar la banda- los Beatles se habían disuelto extraoficialmente.