Los 50 años de Good vibrations
Considerada una de las mejores canciones de todos los tiempos.
Wilson había escuchado Rubber Soul de los Beatles y sintió el reto de hacer un gran disco, por lo que comenzó a trabajar en su obra maestra, Pet Sounds. Durante el proceso de grabación, se sintió intrigado por una conversación que había tenido con su madre, quien sugirió la idea de que las personas emiten vibraciones de energía que los animales sabían captar con más atención. Con esa idea comenzó a dibujar el contorno musical de una canción en un principio llamó “good, good vibes”. Sin embargo, con el paso de los meses, sintió que no estaba lista y no la incluyó en Pet Sounds. Fue un alivio, porque así tuvo todo el verano de 1966 para terminarla.
El mismo Wilson sintió como si estuviera en la cima de un pico creativo. Más tarde reconoció que Good Vibrations era «la suma de mi visión musical, una convergencia armónica de la imaginación y el talento”. Durante 17 sesiones repartidas en tres meses, a veces durante 10 minutos, a veces durante 6 horas, alistó a los mismos músicos de Pet Sounds para llevar Good Vibrations a la vida, empleando una lista dispar de instrumentos que incluía cuerdas y vientos, el arpa y hasta el theremin: “Había visto a Phil (Spector) trabajando en los estudios Gold Star en los primeros años 60. Me quedé asombrado. Phil era un maestro. Combinó guitarras y pianos para crear nuevos sonidos. Eso es lo que quería hacer en «Good Vibrations», pero mucho más grande y mejor.”
A medida que aumentaban las sesiones, también lo hacían las facturas del estudio. En lugar de un single, parecía que Wilson estaba componiendo toda una banda sonora. Good vibrations llegó a costar 50.000 dólares. Tampoco ayudaba mucho el apoyo de sus compañeros. Su hermano describió la canción simplemente como «extraña», e incluso se encontró con una mezcla de confusión e indiferencia durante la primera sesión de reproducción. Finalmente, su tozudez le llevó a buen puerto: “La producción de Good Vibrations llevó mucho tiempo porque no quería copiar a nadie, ¿sabes? Yo quería que la canción sonara totalmente original. La noche que oí todo junto [21 septiembre] fue uno de los mejores momentos de mi vida. Los chicos decían que iba a ser # 1. Les dije: «Lo sé, lo sé.»
Lanzado el 10 de octubre de 1966, Good Vibrations fue un gran éxito inmediato, casi un cuarto de millón de copias durante sus primeros cuatro días en tiendas. En España también alcanzó lo más alto de la lista de ventas, en marzo de 1967, pese a la censura de su emisión por su «sentido totalmente erótico, en el que se subliman las excitaciones sexuales».
Good vibrations se convirtió, con el transcurso de los años, en el ejemplo de la canción perfecta.