Lêda Tres (Madrid, 22-04-08)
Expectación y curiosidad en la presentación del primer disco de Lêda Tres Hypnagogic (Origami Records, 2008). El primer álbum de la banda ha cosechado numerosos elogios y está siendo considerado como la revelación de este año. No es para menos, recupera viejas sonoridades anteriores a la Constitución del 78, cruza al David Bowie más marciano con añejas melodías del glam-rock, usa el sintetizador como si -cágate, Manolete- hubiera resucitado Asfalto y, para algunos, se trata de un trabajo creado tres meses antes de que naciera el punk. En fin, un delicioso vinilo de pop atemporal cargado de matices, en algunos momentos psicodélico pero, sobre todo, muy personal.
La prueba del algodón se escenificaba en la Sala Sol. A primera vista, la plaza estaba medio llena. Críticos, familiares del sur de Despeñaperros, la prima de P.J. Harvey, amiguetes de la facultad, y gente de todo tipo sin clave de tribu musical. Es martes y en la tele ponen otra repetición de House.
Arranca el espectáculo con el cantante, compositor y cineasta Pedro Fernández Perles sobre el escenario interpretando los primeros compases de Radio lab. A primera vista te preguntas quién es su peluquero y después, quién es su sastre. Lo del pelo tiene un pase pero el traje plateado de PVC augura una sudorosa noche. Después va saliendo el resto de la banda uniformados como el líder. La cosa, evidentemente, se empieza a calentar. Asaltan, a continuación, uno de sus temas estrella: I killed my mom, que suena un poco más convencional que en el disco.
Empieza el compadreo con el público. El acento de Pedro no engaña aunque te bebas todo el fino de Jerez. La corte andaluza empieza a bailar. Poco a poco van presentando todos los temas de Hypnagogic. We love you all se escucha redonda, cargada de mensajes hipnóticos; incluso, nos recuerda a la ELO antes de pegarse un tiro en el pié. Siguen con Missed love, un poco más roquerista y con la voz menos sugerente y delicada. Será el directo. Será la acústica de la sala.
A medida que avanza el concierto, el traje espacial va haciendo su efecto. Perico y compañía sudan y se les ve pasándoselo bien. El público también responde. Suena la canción que titula el disco y, por un momento, te acuerdas de The Who. Lêda Tres –que son cuatro- manejan con autoridad sus instrumentos y sus tiempos. La precisión de las bases –Chuchi al bajo y Esteban a la percusión- , la soltura y juego envolvente de Patricio a las teclas y, por supuesto, el buen hacer sobre el escenario de Pedro animan la sala.
Cargados de simpatía presentan Polar 3, nuevo tema de un futuro trabajo que profundiza con potencia la línea de Hypnagogic. Después plantean el concurso de la versión desconocida. Los primeros dibujos con la guitarra recuerdan a las gaviotas de Tomorrow never knows de The Beatles –una de las largas sombras de la noche-; una chica sube al escenario y confirma el título… Y sigue la fiesta. El popular single She came –inolvidable vídeo clip playero- cierra el grueso del show.
Satisfacción en la sala. Lêda Tres ha repasado con sencillez su exitoso álbum y con su visión personal ha manejado sonidos clásicos pero con un acento muy actual. El buen sabor de boca generalizado contrasta con algún apunte agridulce. Las sorprendentes atmósferas que recorren el vinilo Hypnagogic , en algunos casos, han estado ausentes. Sin duda, la producción de Paco Loco –siempre grande- marca mucho y supone un elevado reto para el directo. Sin embargo, un poco más de rodaje y carretera pueden ser las vitaminas Red Bull que pongan las alas definitivas a esta banda que se encuentra entre las más creativas del panorama musical español de este año. De momento, ya han encontrado su camino; ahora, sólo falta recorrerlo. La fiesta aniversario de esta web (el próximo 16 de mayo) puede ser la siguiente parada en la que disfrutemos de Lêda Tres. Buen viaje.