Layabouts – Layabouts
En el 2005 irrumpieron en la escena neoyorkina The Bravery, una banda que hubiese pasado totalmente desapercibida si no fuese porque contaban con un monumental single, llamado An honest mistake, dentro de un disco tan profesional como falto de garra. Su mención puede parecer gratuita en este caso, pero no lo es cuando uno se encuentra ante sus hijos bastardos. Además unos que están muy orgullosos de su herencia.
Algo que demuestran sobradamente con su primer disco, el homónimo Layabouts (Wild Thing, 2007). Eso sí, abandonando los pocos elementos que podían dotar de cierto carácter distintivo a sus modelos y derivando hacia la mediocridad. Donde los sintetizadores copaban la importancia compositiva y la naturaleza pop llegaba en ocasiones a unirse en armonía con el baile ahora los madrileños proponen un adocenamiento en el rock. Ya se sabe, sube las guitarras a tope, di que suena más garajero y que eso te da más recorrido. Alguien te creerá y olvidará por un momento que no dejas de ser alguien que ha llegado tarde y bastante mal a una moda que ya está muriendo.
Porque por mucho que de manera independiente temas como Stop the replay, Despite the neons o Electro rocker move puedan resultar efectivos, dentro de su adhesión absoluta a formulas ya gastadas el disco entero se convierte en una montaña imposible de subir de un tirón. Entre constantes recuerdos a todo hype reciente a ambos lados del Atlántico y un exceso de ruido que empaña todo posible empaque de las melodías uno termina sumido en la indiferencia más absoluta.
Lo que nos lleva a plantearnos una pregunta casi vital en casos así. ¿Si estos Layabouts fueran ingleses estaríamos hablando de ellos? Seguramente no, serían uno más de los globos hinchados por la NME y compañía. Un par de singles y nada más que rascar. Música de usar y tirar. Y eso no cambia porque sean españoles, por desgracia.