Este fin de semana se estrena en nuestro país la nueva cinta del reputado director Ira Sachs.
Jake (Theo Taplitz) es un artístico joven de 13 años que acaba de perder a su abuelo, así que su familia se traslada a la casa que tenía en Brooklyn el anciano. En su nuevo hogar conocerá al afable y carismático Tony (Michael Barbieri), hijo de una inmigrante chilena que tiene una tienda en la planta baja del edificio. Pero cuando los padres de los chicos empiezan a discutir por la renta, su profunda amistad colisionará con el mundo de los adultos, viéndose afectada.
Su director, Ira Sachs, es un realizador emergente, si bien hasta ahora su reconocimiento normalmente no ha salido del circuito independiente. Es raro no encontrar alguna de sus películas nominadas en alguna categoría de los Independent Spirit Awards, como la predecesora Love is strange, que contaba con dos actores de peso como John Lightlow y Alfred Molina.
Su nueva obra ha recibido, de nuevo, en general críticas muy favorables. San Francisco Chronicle resume de una forma muy simplificada su impresión sobre la cinta: «es tan interesante como espiar a tus vecinos durante los 85 minutos más interesantes de sus vidas». En ese sentido, la interpretación de ambos jóvenes y sus padres, así como los secundarios, es esencial. Lo afirma Vulture en una comparación con los clásicos: «el poder de Little Men reside en cómo sus personajes resisten el flujo melodramático que es, ahora que lo pienso, cómo funciona Chéjov, también» y lo confirma The Hollywood Reporter «Las actuaciones son impecables. Sachs es un maestro de la discreción expresiva, y ésto es aplicable tanto a los jóvenes actores que interpretan a los niños – no hay un momento impostado en ninguno de ellos – como en los adultos». Para The Guardian, finalmente, «el enfoque de Sachs es tan humano, y sus personajes tan completamente definidos, que (…) es la visión del mundo de Sachs la que se filtra en ti. Eso es precisamente lo que convierte en experto a un director de cine».
