La película de la semana: Taxi Teheran
Esta semana se estrena la película ganadora del Oso de Oro en la última Berlinale, dirigida por Jafar Panahi, cineasta inhabilitado por el régimen iraní.
El cineasta fue detenido cuando rodaba una película clandestina sobre el fallido levantamiento del Movimiento Verde de 2009 en Irán y encarcelado por «rodar una película en contra del régimen». El director salió de la cárcel 88 días después, tras una huelga de hambre y gracias a la presión de las protestas internacionales, pero desde entonces Panahi tiene prohibido hacer cine y salir de su país. El Parlamento Europeo en 2012 le concedió el Premio Sájarov. Construida a modo de «falso reality», cuenta la historia de un taxista-interpretado por el propio Panahi- y las relaciones que se establecen con los pasajeros que suben y bajan del vehículo.
New York Post describe la película como «a menudo extremadamente divertida, siempre reflexiva; trasciende su carácter estático para convertirse en una imagen más profunda del Irán moderno que cualquier noticia podría ofrecer». The Globe and the Mail incide en el hecho de «que el director siga siendo capaz de seguir produciendo este tipo de trabajo creativo y audaz, mientras oscila ostensiblemente bajo el pulgar del Estado, es una verdadera hazaña». Según Screen International «es una agradable sorpresa, y aunque es aún más minimalista que sus dos últimos exportaciones ilegales, This Is Not A film y Closed Curtains, también es más madura y mejor calibrada y – a riesgo de molestos mecenas de arte que a menudo odian este término – más entretenida que los otros dos». Para Variety es, en conclusión, «una película de indignación, tranquila pero profunda, que ríe en la superficie, pero, por debajo,aulla de rabia».