La película de la semana: Sombra <影>
La primera película centrada en Wuxia (武俠) de Zhang Yimou en más de una década.
Descrita por Zhang como una «pintura con tinta china», la película es una reinterpretación de una historia clásica llamada «Tres Reinos: Jingzhou». La misma está ambientada durante el período de los Tres Reinos (220-280 dC), y cuenta con un rey exiliado y su gente, quienes desarrollan un complot para recuperar el control de sus tierras. Los acontecimientos se cuentan desde el punto de vista del rey, su hermana, su comandante, las mujeres atrapadas en el palacio real y un ciudadano común. El guión se explica desde un doble punto de vista, de tal forma que Deng Chao, su protagonista, da vida a dos hombres – doble cuerpo, también conocido como su «sombra»- con apariencias idénticas, pero con personalidades completamente diferentes.para sus roles, Deng Chao ganó y perdió más de 20 kg para interpretar al anciano rey y su sombra más joven.
Desde que ganó el León de oro en Venecia por segunda vez con Ni uno menos en 1999, Zhang ha pasado de ser el favorito del festival de cine de autor a convertirse en un éxito de taquilla. Con Hero (2002), le dio una nueva vida al género wuxia. Luego pasó a hacer La casa de las dagas voladoras (2004) y La maldición de la flor dorada (2006).
La crítica no es unánime como ocurrió con sus predecesoras. Algunos lo llaman un regalo visual del maestro del color, mientras que otros se quejan de los mismos problemas que muchas de las películas recientes del director, en las que la narración se sacrifica por el estilo. Para The Hollywood Reporter «la verdadera estrella aquí es el asombroso universo visual, a menudo casi bicolor, inspirado en el diagrama de tai chi, más conocido en Occidente como el símbolo del yin y el yang, y la pintura tradicional con pincel de tinta, con su combinación distinta de negros ricos y tonos fluidos de gris». Según The Playlist «éste es un cineasta al mando total de todos los elementos visuales-sus composiciones son más convincentes que nunca, el diseño de producción casi roza el steampunk, y una mención especial tiene que ver con los trajes extraordinarios- pero tampoco resulta sofocante ni precioso». Según The Verge «incluso sin su aspecto distintivo, Shadow sería memorable, una fusión lograda de lo que Zhang hace bien, pero lo visual lo lleva a otro plano. Se convierte en una especie de sueño oscuro del pasado, con reflejos inconfundibles del presente». Para Los Angeles Time «afortunadamente, tanto la hermosa apariencia de la película como sus secuencias de acción meticulosamente coreografiadas nos mantienen ocupados hasta que las piezas de la trama encajan en su lugar». Sin embargo Washington Post no está tan de acuerdo ya que, «al final, Shadow sufre de una especie de narcisismo superficial. Sí es hermoso. Claro, es difícil quitarte los ojos de encima, con toda la acción en cámara lenta, realzada por una llovizna fotogénica siempre presente. Pero en una partida irónica del tema del equilibrio, a menudo enfatiza el estilo sobre la sustancia.».