Opera prima del escritor / director Cory Finley.
Cuando el agente del guionista y director de la pelicula envió el guión a compañías de producción y estudios de teatro, esperaba que la obra que acababa de hacer acabara en alguna sala de teatro. En cambio, los escritores (y ganadores del Oscar) Nat Faxon y Jim Rash firmaron como productores, se les unieron Alex Saks y su June Pictures (The Florida Project) y le dieron luz verde para dirigir él mismo la película. Era la primera vez que Finley estaba en un set de rodaje. Thoroughbreds se estrenó en el Festival de Cine de Sundance 2017 y se vendió a Focus Features por 5 millones $ .
La historia sigue a dos chicas jóvenes increíblemente ricas de la alta sociedad de Connecticut. Lily, interpretada por Anya Taylor-Joy -a quien conocimos en La bruja y que recientemente fue seleccionada para la próxima película biográfica de Marie Curie, Radioactive– vuelve a conectar con su vieja amiga Amanda, interpretada por Olivia Cooke (Yo, él y Raquel). En la cinta, además, juega un importante papel el actor Anton Yelchin, en su última actuación antes de su trágica muerte. La película – inspirada en clásicos del cine negro como Perdición y El cartero siempre llama dos veces – sigue, dentro del género y sin profundizar demasiado para no desvelar más detalles, el trastorno conocido como folie a deux, base de películas conocidas como La soga de Hitchcock o Criaturas celestiales de Peter Jackson.
Entre las críticas más entusiastas encontramos, por ejemplo, a Village Voice:«Al trabajar con Lyle Vincent como director de fotografía, Finley continuamente ofrece composiciones llamativas y emocionalmente resonantes, que incluyen una amplia variedad de tomas ingeniosas en las que las protagonistas hablan o simplemente se miran. Cualquiera de las dos actrices podría protagonizar el cuadro; cuando lo comparten, el aire entre ellas tiembla». Time Out destaca que «Purasangre te sumerge en un baño helado de amoralidad, pero el escritor y director debutante Cory Finley tiene tanto dominio de los detalles, la ropa y los peinados perfectamente acicalados, las lujosas salas de estar de Connecticut y el atento personal de jardinería, que te reirás a tu manera a través de los escalofríos». En cierta manera coincide con lo que comenta Los Angeles Times: «La amenaza de violencia se agita bajo casi cada fotograma de esta película equilibrada y fríamente perturbadora, pero el diabólico sentido de malicia de Finley se mantiene bajo control, y de alguna manera amplificado, por su discreción». Para The Seattle Times, sin embargo, Purasangre «a menudo se siente como una película B muy, pero muy costosa, pero tes razonablemente visible, gracias a la elegante cinematografía y la divertida forma de jugar la amoralidad adolescente de Cooke» y The Atlantic señala que «para aquellos que buscan un pequeño dulce perversamente oscuro, Pura sangre será un objetivo idvertido; pero aquellos que buscan algo más profundo, encontrarán mucho que desear».
