Una nueva versión de Nosferatu: Una sinfonía de terror de F.W. Murnau, que a su vez adaptó la novela seminal Drácula de Bram Stoker y presentó al público su primera experiencia con el vampirismo cinematográfico.
Esta versión de 2024 llega 102 años después a cargo del director Robert Eggers de The Northman y The Lighthouse. «Nosferatu» no es el nombre de un personaje, sino más bien una palabra rumana arcaica para vampiro, potencialmente derivada del rumano «nesuferitu», que significa «el ofensivo». La película original en realidad fue una adaptación no autorizada de la novela de Bram Stoker de 1897. De hecho la viuda de Stoker, Florence, luchó denodadamente por los derechos de autor hasta tal punto que, tras su demanda, un juez alemán ordenó que se confiscaran y destruyeran todas las copias de la película. Los abogados de Stoker no tuvieron la misma suerte en Estados Unidos, donde ya circulaban copias de la película. En 1929, se exhibieron versiones de Nosferatu en los cines estadounidenses, donde Drácula ya era de dominio público. Con su bendición, Drácula finalmente subió al escenario y luego a Universal Pictures, donde se estrenó en 1931 el legendario largometraje protagonizado por Bela Lugosi.
Nosferatu tiene un rico legado en el género de terror y fue rehecha una vez antes, por el legendario director Werner Herzog en 1979. La nueva versión de Herzog se estrenó en versiones en inglés y alemán, que se filmaron al mismo tiempo. Klaus Kinski repitió su papel en la película italiana de 1988, Nosferatu, príncipe de las tinieblas. Más allá de la participación de Kinski, la película no tenía conexión con lade Herzog. En 2000, el director E. Elias Merhige y el guionista Steven Katz nos trajeron la película La sombra del vampiro. La historia de la película es una mirada ficticia detrás de escena de la película de Murnau, que postula que Schreck, la estrella de la película, interpretada por Willem Dafoe, era genuinamente un vampiro. La sombra del vampiro fue nominada a dos premios de la Academia, al Mejor Maquillaje y al Mejor Actor de Reparto por Dafoe. Curiosamente el propio actor regresa en esta nueva versión de Nosferatu al mundo de los vampiros, esta vez como el profesor Albin Eberhart Von Franz, un maníaco cazador de vampiros.
Se anunció por primera vez que Eggers estaba trabajando en una nueva versión de Nosferatu en 2015, poco después del lanzamiento de su primera película, The Witch. En una entrevista, Eggers ya había comentado que Nosferatu era uno de sus favoritos desde hacía mucho tiempo, desde que dirigió una versión teatral de la historia en la escuela secundaria a los 17 años. Sin embargo, su ambicioso proyecto tuvo un largo proceso de creación, y Eggers hizo dos películas más hasta desarrollarla por completo, The Lighthouse (2019) y The Northman (2022).
Anya Taylor-Joy- que debutó en La bruja con Eggers- y la estrella del pop Harry Styles estuvieron inicialmente en la lista inicial de papeles protagonistas, pero ambos tuvieron que abandonar por problemas de agenda. El elenco definitivo de Nosferatu se completó a principios de 2023, y el rodaje tuvo lugar en Rumania y Alemania en la primavera de 2023, pero principalmente en la República Checa, en los estudios Barrandov de Praga. Fundada en 1931, Barrandov ha servido como centro cinematográfico para varias películas de alto perfil y géneros, incluidas Misión: Imposible, La Liga de los Hombres Extraordinarios, Van Helsing, Alien vs. Predator, Hellboy, Casino Royale, Jojo Rabbit y muchos más. Según las notas de prensa oficiales, el diseñador de producción de Eggers, Craig Lathrop, construyó un total de 60 decorados. «Quería construir tanto como fuera posible», explica Eggers. «Me da el mayor control sobre cómo [al director de fotografía] Jarin [Blaschke] y a mí nos gusta mover la cámara». Nosferatu también utilizó varias localizaciones del mundo real en Praga y sus alrededores, así como el Castillo de Hunedoara. Esta última ubicación, que sirve como exterior de la espeluznante fortaleza del Conde Orlok, uno de los monumentos de arquitectura gótica más importantes de Rumanía, que se puede encontrar en el corazón del territorio vampírico: Transilvania. Al igual que la película original, Nosferatu sigue al agente inmobiliario Thomas Hutter (Nicholas Hoult), quien se encuentra con el misterioso y espantoso Conde Orlok (Bill Skarsgård) cuando viaja al castillo del Conde para ayudarlo a comprar una casa. A Skarsgård se le ofreció originalmente el papel de Thomas Hutter, que finalmente fue para Nicholas Hoult (The Menu, The Favourite). Orlok también tiene una conexión sobrenatural obsesiva con la esposa de Hutter, Ellen (Lily-Rose Depp).
Como suele ser habitual en las películas de Eggers, las críticas en general son favorables- algo bastante poco habitual en un remake- aunque también hay excepciones. Para The Hollywood Reporter «es una pesadilla de terror gótico repleta de suntuosos detalles visuales, gimiendo bajo el peso de un pavor portentoso, retorciéndose con violencia convulsiva y erotismo sudoroso y dejada por astutos indicios de campamento diabólico«. Para New York Post «sin embargo, Skarsgård es el as. Sin exagerar y nunca ser menos que aterrador, convierte a Orlok en un personaje más rico de lo que Schreck, parecido a un murciélago, pudo hacerlo». Y para los que teman el déjà vu, para Empire «a pesar de los ritmos familiares de la historia, la narración de Eggers se asfixia como un ataúd, hasta su escalofriante (…) final. Lily-Rose Depp está totalmente comprometida y el demonio de Bill Skarsgård se atraganta con una furia terrible». Para The Guardian, por otro lado, «es un Nosferatu nuevo e interesante para nuestra era de miedo pandémico, con algunas imágenes hermosas y momentos sorprendentes, particularmente en la espeluznante secuencia (…) al principio, que hace que el resto de la historia se sienta un poco literal y cohibida». Y para Variety «por muy impactante que sea, con composiciones que rivalizan con las grandes pinturas flamencas, la obsesiva versión sombría del director de la película expresionista de vampiros de F.W. Murnau es encomiablemente fiel a la película muda de 1922 y más accesible que El faro y La bruja, pero inquietantemente agotada de vida».
